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domingo, 18 de diciembre de 2022

ESPÍRITU NAVIDEÑO

            Año tras año nos trazamos unos objetivos a conseguir, no sé con qué intenciones lo hacemos, pero la realidad es esa. Tenemos principios, que nos marcan una meta o un destino a alcanzar, sea satisfactorio o adverso a nuestros intereses personales. Celebrar la Navidad es uno de ellos y así hemos hecho con la del 2022. Alumbrado con luces de colores, árboles, cena de Nochebuena, figuras de Papá Noel, villancicos, fiesta de Fin de Año… haciendo que las ciudades y rincones del mundo se iluminen de manera muy bella e invite a pasear y sentirse contentos en una época tan especial en el corazón de todos.

                              No es lo mismo tener un espíritu navideño, que celebrar alegremente la Navidad. Son cosas muy distintas con sabor a fiesta y con derroche de buen humor, compartiendo amistad y la esperanza de volver al dulce hogar donde afloran el calor de los nuestros y el amor entre los que aún vivimos y a aquellos ausentes por numerosas circunstancias de lejanía como el trabajo, óbito, obligaciones a cumplir…

          La Navidad es un sueño hecho realidad o una ilusión, que sale de nuestro interior o sentimientos, convertidas en un deseo transmitido por nuestros padres, amigos, vecinos y demás familiares para estrechar un vínculo inolvidable arraigado entre generación y generación.

                              El papa Francisco nos dice: “El reino de Dios ha venido, ha llegado, está en medio de vosotros”. Este es el mensaje central de toda misión cristiana. Cuando un cristiano va a anunciar a Jesús, no va a hacer proselitismo como si fuera un hincha que busca más seguidores para su equipo. No, va simplemente a anunciar: “¡el reino de Dios está en medio de vosotros!”. Y así el cristiano prepara el camino a Jesús, que encuentra a su pueblo. Jesús, dame humildad, porque quiero que nazcas en mi corazón y seas Tú el único protagonista de mi vida.

      Comento que el tiempo de Adviento es un compás de espera, miradas ilusionadas y de compartidas intenciones con saludos de “Feliz Navidad y Próspero Año”. Todo un compendio de augurios para una parte del año, inigualable por los múltiples matices y el anhelo de paz y amor entre los seres queridos. Resumiendo lo vivido en otras fiestas, anteriores a las presentes, queremos experimentar prosperidad y tradición, sintiendo una mejoría maravillosa en nuestras vidas; reloj para indicarnos los momentos propicios de hallarnos activos, haciendo el bien y compartiendo lo más grande de la magia navideña; termómetro para reflexionar en el grado sentimental con que nos entregamos consigo mismo y con los demás en un ambiente distendido dentro y fuera de casa, en nuestro lugar de trabajo, de ocio, excursión, compra, paseo…

                              Hay personas insatisfechas, incapaces de tener una satisfacción en su actitud personal, hay muchos insatisfechos que no consiguen entender el centro de la revelación navideña. Los hay y hacen mucho daño cuando viven una vida que no es plena, por un lado, no hallan la tranquilidad, por otro lado, siempre pensando en proyectos y luego cuando los tienen en sus manos dicen: “No, no me gusta”. Todo esto pasa, porque su corazón está lejos de la lógica de la Navidad presente y por eso hay algunos insatisfechos, no son felices, se quejan y viven tristes.

          En Navidad hay un tiempo para festejar y nos invita a estar alegres por el nacimiento de Jesús, pero si no nos preparamos para ello en Adviento, la Navidad pasará de largo en nuestros corazones. La palabra Navidad como tal procede del latín Nativitas, que significa “nacimiento”.

                              El significado de la misma actualmente se hace en muchos lugares de forma muy distintas. En general posee en sí un aumento del consumo, en especial para la compra de alimentos, realizando cenas familiares, y regalos al pie del árbol.

                              En los lugares públicos se escuchan canciones propias del evento, los populares villancicos. Otras costumbres a destacar son la decoración y el alumbrado en calles, plazas, casas en balcones y ventanas y la degustación de dulces típicos, licores, exquisiteces y otros productos alimentarios, que varían en función de la zona: pan de elote, turrones, polvorones, hallacas, delicia de papaya y de boniato, pata de jamón serrano…

                              Desde el punto de vista cristiano, responde a la manifestación de ciertos valores, que durante estas fechas cobran un sentido íntimo. Valores como la solidaridad, la unión, el diálogo y la compañía con las personas mayores, que son más subjetivos y que se encuentran representados en las creencias religiosas del cristianismo.

       Siguiendo el relato del origen e historia, decimos que fue establecida el 25 de diciembre como solemnidad por la iglesia católica en el año 350 por el pontífice Julio I. En la Biblia, sin embargo, no se menciona y por eso en el principio no formaba parte de las tradiciones cristianas.

           Este término se utiliza para referirse al tiempo festivo en muchos países, desde el Adviento hasta Reyes.

                              Así, entre el 1 de diciembre y el 6 de enero, dependiendo de los distintos lugares, se hacen las siguientes celebraciones:

                              - Entre el 1 y 23 de diciembre, Adviento.

                              - 24 de diciembre, Nochebuena

                              - 25 de diciembre, Navidad o Natividad de Jesús.

                              - 26 de diciembre, San Esteban.

                              - 28 de diciembre, los Santos Inocentes.

                              - 31 de diciembre, San Silvestre y Nochevieja.

                              - 1 de enero, Año Nuevo.

                             - 6 de enero, Epifanía del Señor y Adoración de los Reyes Magos.

         Fue a partir de la redacción de los textos evangélicos en el siglo I, después de Cristo, que comenzó a desarrollarse un interés por el nacimiento e infancia del Niño Dios. Los evangelistas Lucas y Mateo hablan sobre su vida y su obra. Es en estos libros donde figuran los hechos que narran el alumbramiento en los que residen la esencia misma de la Navidad.

                              Por otro lado, la iglesia tenía la necesidad de sustituir los festejos saturnales. Acontecimientos tradicionales en la Antigua Roma durante el solsticio de invierno. Se fijó el 25 de diciembre como fecha conmemorativa para facilitar la aceptación del cristianismo por los paganos.

                              Símbolos de la Navidad:

      1º) Árbol de Navidad, tiene un significado cristiano, aunque su uso se ha generalizado en personas de distintas creencias. Su origen tiene lugar en el norte de Europa, donde tradicionalmente se celebraba el nacimiento del dios Sol adornando un árbol.

                              Hace referencia al del Paraíso, al pecado original y a la figura de Jesús como redentor de los pecados, pero, también, a la hoja perenne, que es signo de eternidad.

                              -La estrella, guía, en referencia a la de Belén.

                              -Luces, originariamente velas, simbolizando la luz, que ilumina el mundo.

                              -Las bolas, originariamente manzanas, en referencia a las tentaciones.

                              -Guirnaldas y espumillones, unidad y alegría.

              2º) Pesebre, conocido, también, como belén o nacimiento, seña importante, ya que representa la llegada del Hijo hecho hombre.

        Dentro del pesebre las figuras esenciales son la Virgen María, San José y el Niño junto a la mula y el buey. Otras serían los 3 Reyes Magos y los pastores.

                              3º) Papá Noel o Santa Claus, nombre que recibe en distantes partes del planeta el personaje, junto al de San Nicolás, entre otros. Está vestido con un traje rojo, cinturón y botas negras, que se encarga de fabricar y entregar los juguetes deseados por los niños y niñas en la noche del 24 de diciembre, víspera de Navidad.

   4º) Corona navideña, denominada por muchos la corona de Adviento. Está hecha con ramas de pino o de abeto. En ella se coloca 4 velas, una por cada semana.

     Vivimos alegre y con sentido coherente de espíritu navideño cada año y aunque es una tradición que lleva muchos años con nosotros, quizás la mayoría no sepan cuál es su verdadero significado, ya que ha ido cambiando con el paso del tiempo por un fenómeno más consumista.

      Para el cristianismo, estas fiestas, implica varios hábitos de convivencia familiar, que empieza con la cena del 24 y se hace presente con el montaje de los pesebres y villancicos.

                              Ya no está tan ligada como en sus orígenes a la devoción y transmisión de padres a hijos, puesto que se hallan inmersas en la comida de Nochebuena y los regalos, que supone un desembolso desmesurado. La parte positiva y menos consumista de estos días es el acercamiento familiar.

                              Lo importante de estas fiestas es disfrutar de los seres queridos y pasar todo el mayor número posible de horas del día con ellos, teniendo en cuenta las circunstancias personales de cada uno: personas sin techo, en soledad, sin descendencia, pobres, sin recursos humanos… necesitados de ayuda.

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