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domingo, 15 de enero de 2023

LAS PUERTAS COMO RECURSOS PATRIMONIALES Y CULTURALES

Calle San Sebastián, 64
                Reconozco que la ciudad está llena de atractivos por todas partes y que nos dé de vez en cuando más de una sorpresa. Hoy te llevo de paseo para ver el conjunto de puertas por las calles del Casco Antiguo e Histórico, con una arquitectura preciosa en que los colores brillan contrastando con el blanco y la piedra negra volcánica. Por eso fue declarado Conjunto Histórico Artístico en su día.

                              Las casas combinan distintos colores con ventanas, puertas de madera y cristaleras, que recuerdan a la arquitectura colonial de Latinoamérica, Portugal, incluso, e Inglaterra.

Calle San Sebastián, 68
               Abro mi álbum fotográfico, guardado celosamente en una carpeta de archivo en mi ordenador personal, denominado “Puertas de Santa Cruz de La Palma”, y encuentro verdaderas maravillas de obras artísticas plasmadas sobre madera, realizaciones por expertas manos artesanas, que han puesto su ingenio en darnos lo auténtico de un estilo, reliquia de maestros carpinteros, ebanistas u otros en el movimiento de la gubia.

                              Las carpinterías exteriores en madera son el elemento más expresivo y el que más personalidad le confiere a la arquitectura tradicional canaria. Sin duda, ventanas, balcones, puertas y otros elementos lignarios constituyen el signo más representativo de las formas constructivas insulares.

                              En este conjunto, anteriormente reseñado, sobresalen por su excepcional rareza y ornamentación, así como decoración, las puertas. Es muy probable y, especialmente, la de La Palma sean algunas muy espectaculares y variadas, que se conservan en el mundo hispánico.

Calle Garachico, 7
              Es un signo de identidad de la arquitectura canaria que ofrece un recorrido por los rincones pintorescos de la periferia urbana y la creación de modelos especialmente particulares, que se distingue por el sello de lo isleño. Al mismo tiempo, este trabajo trata de concienciar a la opinión pública del importante valor de la puerta tradicional en general y la necesidad de buscar propuestas que compatibilicen su función con el de su conservación. No en vano, amenazadas por la desidia, la ignorancia y el confort, en la actualidad, las carpinterías tradicionales están desapareciendo de modo masivo.

                              Haciendo un recorrido por distintas calles del municipio, concretamente, desde Cajita Blanca, nos hallamos una variedad de ejemplares curiosos, magistralmente ejecutados, invitándonos a contemplarlos y a hacerles fotos. Los cuarterones de dos de ellas nos ofrecen figuras talladas, sobre o bajo relieve, en las tablas lisas de las mismas con los doce signos del Zodiaco y figuras de distintas especies de animales propios de la fauna en general.

Calle Pérez de Brito, 42
                Con pausa transitamos por San Sebastián, A. Cabrera Pinto, O´Daly, Plaza de España, Pérez de Brito, Plaza de San Francisco, Baltasar Martín, A. Rodríguez López… nos deleitaremos con la observación extasiada en los cuarterones cuadrangulares, ofreciéndonos formas geométricas, orgánicas, rosetones o motivos vegetales decorativos.

                              Estamos llegando al final de esta interesante descripción, pero no lo hago hasta hacerlo con la de la misteriosa inscripción de una de las puertas del Mercado Municipal de Abastos o conocido, popularmente, por La Recova. Nos referimos por su entrada de la calle Almirante Francisco Díaz Pimienta que es un panel funerario del cobrador del impuesto del tabaco Jacob Morales Figueroa, natural de Galicia, indicado en una nota de prensa del ayuntamiento capitalino y que data de 1753.

                              Los propios vendedores la conocían desde hace tiempo, creyendo que se trataba de la firma de los autores materiales del edificio, que con un estudio exhaustivo se ha comprobado que no es así.

Puerta del Mercado Municipal
   El grabado presenta imperfecciones, que lleva a pensar en múltiples opciones y por los errores morfológicos detectados en la escrituración  del texto… pensamos que la obra original debió haber sido concebida como lápida funeraria provisional, sustituida por una labrada en piedra o como borrador-maqueta de otra definitiva de otro material, localizada junto al nuevo retablo que el propio Jacob y su esposa, Margarita Guillén Spicer, habían fabricado a su costa en la capilla mayor del antiguo oratorio del Hospital de Dolores, para lo que el 20 de mayo de 1752 habían obtenido la correspondiente licencia episcopal.
                              A consecuencia del fallecimiento repentino de Morales Figueroa su mujer gestionó el encargo del retablo con su propio caudal, asiento y altar, donde estaba ubicada la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, siguiendo el modelo de retablo-hornacina, que en 1756 estaba terminado y a raíz del traslado del centro hospitalario en 1840 a las dependencias del convento desamortizado de Santa Águeda, pasó junto con la efigie mariana titular a la iglesia clarisa.

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