La participación
de los niños siempre es agradable y educativa cuando se hace masivamente en
condiciones idóneas, consiguiendo un objetivo básico social muy importante y
fundamental. Parece formidable el esfuerzo que hacen los colegios de Santa Cruz
de La Palma y las escuelas rurales de un determinado sector de la Isla para
celebrar la tradicional Cabalgata del viernes de carnaval llena de variedad y
fantasía.
Hace varios años,
discurre tal evento en armonía con el disfraz y el gozo de los padres. Lo
infantil es necesario mostrarlo para ser fuente de regocijo. En ellos está la
esencia de un porvenir sano y fuerte en el entendimiento y la razón, en un
comportamiento más racional y menos complicado, animándolos y motivándolos.
Muchos nos
preguntamos cuál es la mejor forma de entender lo enriquecedor del momento,
que requiere una lucha organizativa a la
hora de programar actividades conjuntas. La jornada será realizada a nivel de
todas las etapas. Se trabaja bastantes valores personales, que constituyen una
oportunidad única obligada a aprovechar. El espíritu de convivencia reluce y se
presenta en el ambiente festivo como corresponde a las características del
curso. La algarabía se manifiesta para dar la nota de alegría de unas fiestas
anuales en pleno invierno y en los primeros meses.
La climatología,
factor principal de estas fechas, nos sea favorable, algo relativamente
predecible, aunque nunca controlable totalmente.
Desde este medio
de divulgación doy las gracias, a unos, por su entusiasmo y participación y, a
otros, por su implicación en el entramado escolar con una labor excelente,
completada por la colaboración de los progenitores.
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