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domingo, 29 de abril de 2018

CON LA MIRADA PUESTA EN LA BLANCA ERMITA

Ermita de San Telmo
                              No es de extrañar la sorpresa del visitante cuando contempla por primera vez la belleza de nuestra blanca ermita de san Telmo, que se erige sobre un promontorio, Risco de La Luz, visible a la llegada al puerto de Santa Cruz de La Palma por vía marítima y por los miles de transeúntes, que circulan por esa zona de tránsito ciudadano, frente al Atlántico. La mirada puesta en ella nos hace pensar en su construcción, que presenta una concepción unitaria y una grata simetría entre sus partes, nos identificamos sin tener necesidad de dar ninguna contraseña. (1)
                              “Su fachada presenta amplia balconada y en un mismo eje la espadaña. La puerta principal en arco de cantería de medio punto, llama la atención los esgrafiados, en torno a esta y a las laterales, figurando el símbolo del ancla.
Virgen de La Luz
                              Se parece a la proa de una nave, que surca firme y gallardamente la pauta del tiempo y los páramos esperanzadores del acontecer cotidiano, abriendo surcos innovadores para sembrar la semilla fructífera de lo económico, político, cultural y del progreso social, que si se hace con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de recoger sus frutos.
                              El nombre del barrio proviene al crearse la Cofradía de Mareantes de san Pedro González Telmo en 1591, para ayudar a los caídos prisioneros y esclavos de los moros en Berbería con el producto del uno por ciento de lo que ganasen en los viajes y con las limosnas obtenidas en los barcos de pescar u otras tareas benéficas, haciéndose cargo de la edificación del actual templo.
San Telmo
                              No ha faltado el dilema de llamar indistintamente al sagrado recinto como iglesia de Nuestra Señora de La Luz o, simplemente, de La Luz. No reviste la menor importancia. La dedicación al Patrón se atestigua en numerosos documentos antiguos”. (1)
                              Hoy, ese santo humilde impregnado del olor de nuestras aguas oceánicas es el vecino más antiguo de mi barrio. Él ha visto pasar por su casa ilusiones, esperanzas y tristezas. Épocas de bonanza y periodos de mar revuelta, y por eso que este hermoso rincón de la ciudad, capital de la isla, y auténtico corazón de la misma lleva su nombre. (2)
Baldaquino original
                              Sentir que los dinteles de tus puertas me reciben y me ofrecen el calor de la cercanía y ante el paso del Galeón dominico, donde la diminuta marinería se esconde bajo el escapulario del obediente varón al contemplar las ruedas de fuego y los voladores, me acongojo por tanta grandeza y, al mismo tiempo, sencillez al paso de unas devotas imágenes de candelero. (2)
                    “Cuesta trabajo imaginar que un tosco tronco de madera se convierta en nuestro galeón enseña, y que un puñado de astillas se tornen en cañones que sólo disparan avemarías. San Telmo, capitán de esta nave que en tu mirada confía, no dejes nunca de marcarnos el rumbo para que, aferrados a tu timón, podamos echar el ancla en la orilla destinada a la gente buena […].
exhibición pirocténica
                              Esa sigue siendo la grandeza de este barrio, acogiendo a todos los que quieren trasladarse a él o simplemente visitarnos cualquier mes de septiembre […]. Verán como las calles se mudan en ríos de agua cristalina para que por ellas navegue el galeón de mis sueños infantiles.
                              El león coronado de la proa ya conoce el camino a seguir y se abre paso entre el mar de adoquines que conduce a la gloria, mientras la emoción desbordada de mi barrio, porque es esa fuerza y no otro viento el que empuja tu nave, arrastra al santo patrón el confín del amor contenido. […] pero con la mirada perdida captamos el mensaje que en el castillo de popa se adivina: allí una pintura nos avisa que tras la fe que navega decidida nos llega María”. (2)
Popa del galeón. Exvoto
                              La tierna mirada de la Madre sirva de epílogo para llegar a su ubicación como el faro encima del risco, que saluda el transigir de la bahía cada mañana y vigila su calma al cubrirse el cielo de estrellas, porque allí en su altar la candela de la Virgen Niña ensombrece cualquier iluminación artificial, deslumbrando los oscuros peñascos que acarician las olas y cuyo resplandor sólo es visible a los ojos de quien busca la pureza de su amor. (2)
                              “La Luz… siempre la luz necesaria para guiar nuestros pasos a través de la cotidianidad de cada día, porque sin ella estaríamos condenados a tropezar una y otra vez en el mismo rincón henchidos de soledad.
Calle de San Telmo
                              En mi barrio tenemos la suerte, y a la vez la enorme responsabilidad de mantener viva la claridad dada a nuestros vecinos y a los que nos visitan, porque no en vano a la misma Luz tenemos por Patrona de nuestras almas“. (2)


     (1) PREGÓN DE LAS FIESTAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ Y SAN TELMO. 7 de septiembre del 2016. Domingo Cabrera Pérez. Santa Cruz de La Palma.
     (2) PREGÓN DE LAS FIESTAS DE NUESTRA SEÑORA DE LA LUZ Y SAN TELMO. 7 de septiembre del 2017. Domingo José Cabrera Benítez. Restaurador-imaginero. Santa Cruz de La Palma.

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