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domingo, 19 de abril de 2020

EL DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA

                              Desde estas columnas quiero hacer presente el agradecimiento a la UNESCO, el haber proclamado el Día Mundial de la Poesía, celebrado el sábado, 21 de marzo, como consecuencia del interés que suscita este género literario y por la importancia de la gran cantidad de actividades poéticas, que se desarrollan en el Universo. Es todo un clamor de algunos estados, miembros de Naciones Unidas, entre ellos España.
                              Hagamos una semblanza de cualquier poeta que desea ser leído, cantado, comprendido por muchos, sobre todo, si habla en nombre de todos y con la voz común, que es “la voz antigua de la tierra”.

-Ni de tu corazón,
ni de tu pensamiento,
ni del horno divino de Vulcano
han salido tus alas.
Entre todos los hombres las labraron
y entre todos los hombres en los huesos
de tus costillas las hincaron.
La mano más humilde
te ha clavado
un ensueño…
una pluma de amor en el costado. (León Felipe)

                              La iniciativa de tal proyecto no puede caer en el olvido de una mecánica de incertidumbre y dejadez, ya que no sería justo que nos olvidáramos de quienes dieron y dan gloria a Las Letras. Ellos con todo merecimiento poseen la pluma como instrumento de trabajo, el pensamiento como fuente de información, la inteligencia como el arte de fabricar versos y la imaginación como el secreto de la inspiración.

-Sólo la noche tengo por amiga.
Siempre seré capaz de transcurrir con ella
de momento en momento, horas no vanas;
sino el tiempo al que infundo mi latido
como me agrada, y nunca me distrae.
Sucede cuando siento,
mientras vuelva a apartarse de las sombras,
la esperanza inmutable
que en mí de nuevo el fuego desanida
y en el silencio restaurando va,
a tus gestos terrenos
que inmortales juzgué de tan amados,
luz. (Giuseppe Ungaretti)

                              Secretos tiene el vate, como bien lo canta Ungaretti en el anterior poema para ser la voz que mana del corazón, del alma de la armonía literaria y el latir de unos sentimientos arraigados al ser.

-Mi rincón literario es pequeño,
con un sencillo sillón y una mesa blanca.
Un armario y demás complementos
acompañan plácidos momentos,
ocupados en inspiración
perdida en la languidez del tiempo.
Traspaso en él el umbral sonoro
de mis propios y trópicos versos,
producto de densos pensamientos.

                              No importa si esa fecha coincida o no con algún acontecimiento relevante, o si tiene que estar organizado por un estado miembro diferente. Lo primordial es celebrarlo y reconocer el amor y libertad más allá, en donde el día y la noche se difuminan con el contraste de claridades y sombras. Escultores de versos, forjadores, que nos conduce a lo insospechado del silencio, al desenfado, a lo incognito…

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