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jueves, 31 de marzo de 2011

ANTONIO Y PILAR

                              Forman un binomio inseparable, porque son dos grandes amigos unidos en la vida y por una causa común: el teatro. Comentar en estos momentos actuales en Santa Cruz de La Palma de las artes escénicas es preciso, no quepa la menor duda, remitirnos a la labor pedagógica de Antonio Abdo (1937) y Pilar Rey (1944) frente a la Escuela Municipal de Teatro. Su trabajo artístico y vocación investigadora les llevaron a numerosos premios de ámbito canario y nacional. Infatigables en la búsqueda de lo olvidado por la desidia y antigüedad entre papeles polvorientos en gavetas de hemerotecas públicas y privadas. Supieron coleccionar y concatenar ingente bagaje documental, repleto de interés para la cultura palmera relacionado con acontecimientos sociales, según fueran religiosos, civiles, populares y festivos. A la luz del mundo intelectual, gracias a sus aportes, surgió el conocimiento más cercano a los ciudadanos, amantes del escenario, de literatos del denominado Siglo de Oro de La Palma.

                              En la palestra de los medios de comunicación se ha publicado la decisión de llamar a la mencionada Escuela y recién creada Biblioteca municipales -según palabras del alcalde, Juan Ramón Felipe San Antonio- con sus respectivos nombres, porque es un acto de justicia merecido a dos personas que han dedicado su tiempo a algo muy hermoso en la capital y en cualquier rincón de la Isla.

                              El Gobierno de Canarias le rindió homenaje, junto a otros autores, por su contribución durante tan largo periodo por la difusión de las letras y poesía de la Comunidad Autónoma. El evento tuvo lugar el jueves, día 10 de marzo del presente año, en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria. Se desarrolló en el marco del programa de las Letras Canarias 2011, cuya edición se centra en la figura de Tomás Morales Castellano (1884-1921), que fue médico, político y poeta nacido en la Villa de Moya (Gran Canaria), siendo el máximo representante del modernismo lírico insular y español.

                              Felicidades y un caluroso aplauso, desde estas líneas, a quienes con humildad y sacrificio supieron colocar el listón tan alto. Sus frutos adquiridos, valiéndose de los pocos medios existentes, sean el podio de donde se divisen horizontes y metas, que con vítores de gloria se propaguen en pro de la sociedad.

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