Me produce una
gran satisfacción el saber que un amigo, muy conocido a nivel local e insular,
fue homenajeado recientemente, el 29 de diciembre de 2011, por su extensa y
meritoria labor musical en el municipio capitalino. La feliz iniciativa surgió
en el seno de la presente Corporación municipal de Santa Cruz de La Palma a
favor de Julio Juan Miguel Hernández Gómez (1923), nacido en la Villa y Puerto
de Tazacorte, aunque residente en esta indicada ciudad desde muy tierna edad.
Siempre ha sido un baluarte en lo artístico y conocido popularmente por “Julio
Gómez”.
Por sus
inquietudes y desvelos a los valores adscritos a tal disciplina el maestro
traspasó fronteras y creó a su alrededor una estela rica de proyectos con
identidad propia, que plasmaba en la juventud el sello imborrable de entusiasmo
bajo los acordes ante la atenta mirada al movimiento de la batuta.
No digo nada
nuevo, que no conozcamos del referido músico. Sensato en transmitir el
conocimiento por él adquirido, para regalar de manera altruista un bagaje
incalculable a generaciones de paisanos. En su afán sólo reinaba la enseñanza
en la mejor línea educacional. Preponderando el concepto de respeto y el
sentido del esfuerzo, que lo consideró como un privilegio por hacer de su
pasión lo único de su vida y de la comunicación, una profesión. Bien dijo el
legendario estadounidense Robert Francis “Bobby” Kennedy (1925-1968): “La
educación es la clave del futuro, la clave del destino del hombre y de su
posibilidad de actuar en un mundo mejor”.
Finalizo
recalcando el afecto demostrado, cuyo nombre enriquece el patrimonio ciudadano
dado a la sala de ensayos de la Banda San Miguel. Aplíquese en la persona del
viejo director las palabras del alemán
Albert Einstein (1879-1955): “En lugar de ser un hombre de éxito, busca ser un
hombre valioso: lo demás llegará naturalmente”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario