ORIGEN Y POPULARIDAD DE LOS EXVOTOS

Exvoto marinero en Nuestra Señora de la Encarnación. La Palma

                            En latín (ex voto) significa por voto o promesa que se puede tomar como ofrenda hecha a los dioses por un beneficio recibido y, además, como un objeto que representa la manifestación de agradecimiento, que se cuelga junto a la imagen de la Virgen, Jesucristo o Santo a cuya intercesión se atribuye el favor. Se necesita un amplio paréntesis en el conocimiento de este tema para comprender el sentido popular a lo religioso y devocional. Abarca la fe de la persona implicada en determinadas circunstancias adversas y comprometidas, que al salir airoso desea plasmar materialmente. A veces, se transforma en tradición y se prolonga en el tiempo con cierto carisma de valor ancestral y veneración. Es antiquísimo como el hombre.

                             El ofrecimiento de ellos tiene su raíz en las civilizaciones egipcias y mesopotámicas. En nuestro país destacan los procedentes de excavaciones íberas  del siglo III a. c., encontrados en el sur y sureste peninsular. Los antes reseñados suelen tratarse de figuras, representando guerreros, jinetes o animales, normalmente elaborados en bronce. 

Sala de exvotos. Almería

                             Con posteridad al origen primitivo el símbolo fue adquirido por el catolicismo para ser una dádiva de los fieles, que habían recibido una curación o señal de complacencia. En la actualidad se pueden ver en los lugares sagrados de peregrinación apoyados en las paredes o colgados del techo, distintos objetos de cera, madera, tela… como muñecos, piernas, brazos, muletas, ropa, ruedas de coches, escritos, maquetas de barcos y toda clase de cosas que aluden el hecho desafortunado.

                             Su clasificación es de conformidad a su uso de colgar, procesionales y puramente personales. De todos ellos haremos referencia, sin antes indicar que en Méjico se les conocen por retablitos. Se ilustra la escena de lo ocurrido con realismo. En el borde inferior se pone una leyenda alusiva al portento y se finaliza con el nombre del favorecido. Consta, generalmente, de una pintura hecha por el propio interesado o familiares, según notas del país americano antes nombrado, relatándose lo acaecido. Carecen de proporciones determinadas y trata de magnificar la noticia. Hay temas afines, dignos de reseñar, como las animitas, los edificios marianos de fuerte influencia, la cultura de los ema en Japón, distintas modalidades conmemorativas en recuerdo de fallecidos en situaciones trágicas, la recurrente existencia transcultural de “árboles de los deseos”, etc.

Exvotos. Méjico

                             En principio se estamparon en láminas de cobre como, también, se les conocen, pero con el descubrimiento de la fotografía al convertirse en obras artísticas su extensión ha disminuido notablemente. A esta expresión podemos añadirle otras denominadas “milagros” con representaciones del corazón o miembros humanos, que en su hechura van desde aluminio o zinc, hasta plata y oro.

                             En La Palma es impresionante el inventario de esta variedad de obras votivas con motivos marineros, que, aún, perviven en el interior de las iglesias. Muchas no han llegado a nuestros días, notificadas en los archivos y crónicas, como legado pictórico debido a la desacralización de los recintos sagrados, reducido tamaño, escasa calidad técnica y artística, desidia e ignorancia humana, incendios, humedades… Además, los prelados y párrocos les prestaron poco interés por el ornato de los templos. Así lo manifestó el doctor don Domingo Álvaro Franchy en su visita de 1778 a la parroquia de San Mauro en Puntagorda, prohibiéndolos por lo dispuesto en el Concilio de Trento, que no se colocasen en señal de milagrosos sin que antes los autorizase el señor obispo. Hoy, no están aislados del interés de estudiosos en la materia. Es por ello importante un especial llamamiento con el fin de promover el conocimiento y la reflexión en torno a estas inigualables imágenes.

                             Han quedado relegados en gran parte a las vitrinas de los museos, colecciones privadas y anticuarios. Lastimosamente se ha perdido el hondo sentir humano que tenían, encerrando un cálido mensaje de los hombres y mujeres dotados de profunda fe en su lucha diaria.

Exvoto marinero

                             En el término municipal de Santa Cruz de La Palma se han contabilizado doce, pictóricos y con dimensiones diferentes, generalmente, apaisados y anónimos. Los del Real Santuario Insular, los siete con formato apaisado, poseen 50x70 cm., aproximadamente, con una diferencia de 230 años del primero al último, indicando que son iguales en sus medidas. Los del Planto, 1715 y 1722, de igual característica, miden 31x47 cm., y el de Santo Domingo 49x67,5 cm. El decimotercero con toda probabilidad sumaba el contingente patrimonial del cenobio dominico hasta la primera década de la pasada centuria, hallándose presumiblemente en Teguise (Lanzarote) en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe y el fechado en 1783 en el Santuario de Nuestra Señora de la Peña en Vega del Río Palmas (Fuerteventura). No existe constancia documental que aporte datos sobre la autoría de ninguno de ellos.

                             Suelen ser hechos por profesionales o por los propios beneficiarios. En ellos se representan a un lado u otro, extremos superiores, derecho e izquierdo, o al centro de la escena plástica, las efigies de la Virgen (Las Nieves y el Rosario) o un crucificado (Cristo de El Planto), aunque algunos carecen de tales presencias. En el país azteca sería protagonista su Patrona, la Virgen de Guadalupe. El texto, mar, tierra y cielo se hacen patente en la expresión conceptual de la composición. Aparecen variedad de naves como galeras, goletas, fragatas… escenificando naufragios y batallas navales contra el infiel.

1639. Real Santuario de Las Nieves

                             Siete piezas de 1639*, 1704, 1722, 1723, 1757, 1768 y 1867 están en el Real Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves. Se trata de la serie más completa de Canarias. El marcado con el asterisco es el segundo más antiguo de nuestro país. Cuatro de 1715, 1722, 1751 y 1757 se cuelgan en la ermita del Santísimo Cristo de El Planto. Y, en la iglesia de Santo Domingo de Guzmán, capilla de Nuestra Señora del Rosario, del exconvento dominico de San Miguel de las Victorias, existe el más antiguo de España de 1621. Referente a este último, Alberto José Fernández García (1928-1984), investigador e historiador, se halló una edición de Amich Bert afirmando el hallazgo del más antiguo, que databa de 1702, por desconocimiento del nuestro hecho ochenta y un años antes.

                             El indicado y afanado autodidacta alude a la existencia de otros, lienzos sobre tabla y con semejantes rasgos, recordándonos al que describe el milagro obrado en el niño Antonio Vicente: habiendo nacido con una imperfección, que le impedía andar correctamente, su madre a los siete años lo convirtió en miembro de la Real Esclavitud y Hermandad del Santísimo Rosario para pedir a Dios y a la Virgen por él, que pasado ocho días, enero de 1730, recibió la intervención prodigiosa, manifestando haber visto una cosa más linda que el cielo y la cara más blanca que la luna vestida del mismo color, y que fue puesto en conocimiento del prelado de la Diócesis.     

                             Por la variedad de motivos descritos, traduzco de forma entendible y literal el contenido de todos ellos:

              Real Santuario de Nuestra Señora de Las Nieves.

1704. Real Santuario de Las Nieves

                             1639.- En el año de 1639, el día 9 de mayo, salió una fragata del puerto de Campeche, siendo su capitán don Luis de Miranda a cumplir su registro para estas Islas Canarias. Y el día doce del mismo mes, a las once y media de la noche, nos hallamos varados en un bajo, que llaman el Alacrán. Estuvimos varados hasta el día dieciséis por la tarde, trabajando noche y día para salvar las vidas y, al cabo de este tiempo, fue el Señor servido y la Virgen de Las Nieves, que nadara dicha fragata y fuera navegando hasta Campeche sin peligro ninguno, descargado el navío, perdida la carga y los palos picados botados al agua, como pintado se ve. Un devoto de aquella Santa Virgen prometió colocar el portento en su milagrosa Casa.

                             1704.- El 30 de agosto de 1704 salió de la Habana el capitán Juan Estrella en el navío nombrado Nuestra Señora del Sagrario y San José, y navegando cincuenta y seis días hasta Naga, dio con un navío argelino de turnos a la vista de una ermita de Nuestra Señora de Las Nieves en Taganana y habiéndosele abordado y guerreando tres horas, luego que invocaron a esta Señora cesó el combate, quedándoles muchos muertos y de los nuestros no más que tres heridos.

1723. Real Santuario de Las Nieves

                             1722.- Habiendo salido de este puerto el barco de Nicolás Marqués para la Isla de San Miguel de La Palma, el 25 de febrero, al cabo de veinte y cinco días de viaje, por la noche les dio un fuerte temporal, y habiendo visto en este conflicto una estrella, invocamos a Nuestra Señora de Las Nieves y cesó luego la tempestad, el año de 1722.

                             1723.- Habiendo salido de la Martinica para Cádiz en una galera francesa, el 8 de abril de 1723, a las once y media de la noche, nos aconteció tan gravísima tormenta que nos vimos sumergidos e invocando a Nuestra Señora de Las Nieves fuimos socorridos en tan grande conflicto.  

                             1757.- Habiendo salido para las Canarias de La Habana, el 3 de agosto de 1757, el navío nombrado Nuestra Señora de las Angustias, el canario, su capitán don Francisco Causel, desembocó con felicidad y estando en altura de 36º 8´´ y en longitud de 31º 43´´ sobrevino un huracán y corrió veinte y cuatro horas, pero habiendo invocado a Nuestra Señora de Las Nieves cesó la tempestad. Hízose este diseño por devoción del capitán don José Benito Luján, piloto de dicha embarcación.

1768. Real Santuario de Las Nieves

                             1768.- Saliendo el día 22 de septiembre de 1768 la goleta nombrada Nuestra Señora del Rosario, con su capitán don Francisco Padrón, de las Islas de Turquilán para el Guarico, a las ocho de la noche, les entró un fuerte temporal que hundió el barco bajo el agua sin más que la popa de fuera y a una distancia de la costa. Su bote a don Lorenzo Alba, pero a este a poco rato se le zozobró, el cual después de vuelto lo achicó con un plato, que había tomado de a bordo y usando de su vela llegó a Guarico en cinco días sin pasar en ellos alimento alguno, favor de la Reina de los Ángeles bajo el título de Las Nieves, a quien llamó de todo su corazón.

                             1867.- Antonio Esbert Campos. Enero, 21 de 1867.

              Ermita del Santísimo Cristo de El Planto.

                             1715.- El año de 1715 viniendo de Caracas la nao nombrada Santa María les entró un norte a la entrada de la Veracruz. Viéndose perdidos, un deudo se encomendó al Santísimo Cristo del Planto y milagrosamente se hallaron libres.

1715. Ermita del Cristo de El Planto

                             1722.- Habiendo salido de Caracas para las Islas Canarias la fragata nombrada Caballo Marino pasó varias borrascas, especialmente una en la que viéndose en gran peligro fueron salvos, luego que invocaron a este Santísimo Cristo del Planto. Año 1722.

                             1751.- Habiendo salido de la Habana, el 21 de febrero de 1751, en compañía de la Capitana de Barlovento un administrador capitán don José Coyoto le afligió, el 9 de marzo, una gran tormenta e invocando a este Señor de El Planto se calmó el tiempo a las pocas horas.

                             1757.- Habiendo salido de Campeche, el día 16 de julio de 1757, para las Islas Canarias un navío nombrado Nuestra Señora de las Angustias, alias el canario su capitán don Franco (Francisco Causel) antes de veinte días llegó a la Habana, habiendo salido de su destino el día 9 de agosto y desembarcó con toda felicidad, y estando en altura de 37º ---- les sobrevino un huracán por el suroeste, haciendo correr la aguja hasta el nordeste en el tiempo de 24 horas, que les fue preciso aligerar toda la carga y habiendo invocado a este Señor se amainó la tormenta, y a devoción de Joseph González Carta se puso este cuadro.        

              Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.

San Telmo

                             1621.- Habiendo salido de la Martinica en curso la balandra nombrada Reina de Prusia, su capitán Musiu Roso seguimos derrotero el día 21 de septiembre de 1621 para la(s) Bermuda(s) y hallándonos, el día 4 de octubre, en 5º 7´ de latitud norte y en 324º de longitud, a las dos de la tarde, nos hallábamos en calma y a las dos horas nos entró un tan fuerte huracán por el Norte, que pensamos no salir. Diera como se dio y yendo corriendo con la cebadera en (v)buelta del Señor con la esperanza de vida, invocando a la Reina del cielo nuestra Madre del Rosario y fue tal nuestra felicidad, que a las ocho de la noche estábamos libres de tan cruel tiempo sin novedad.

                             Habéis podido comprobar que los de origen cristiano se caracterizan por ser una satisfacción a posteriori, propios del agradecimiento y no de una esperanza como los paganos. En definitiva, cuando había pasado el peligro y superado el trance.

Galeón de San Telmo

                             Por fin, hago mención del exvoto estrella del archipiélago, que es original y bella anda procesional, hecha en madera sobredorada y lienzo, y que abundan muy pocas en otras partes, siendo un ejemplo la del templo de San Pedro de Barres en Castropol (Principado de Asturias), entre otros. Se encuentra en la ermita de San Telmo de esta ciudad, capital insular, donde se coloca la imagen de candelero del Santo Patrón, conocido por la feligresía como Santelmito, protector de marinos y pescadores, durante las fiestas Septembrinas del barrio. Es una representación magnífica de un galeón español del XVII. Desde la Edad Media se extendió dicha manera tan peculiar de utilizarlo así y de carro naval y triunfal. Es probable que tomase como modelo el de Nuestra Señora del Buen Viaje (Real Santuario), hallábase a los pies de la Virgen  formando la peana, según inventario del sagrado recinto de 1718, y anterior a 1681,  desaparecido en el XVIII, al igual que un lienzo con la misma advocación, que hubo hasta los cincuenta de la pasada centuria en la reseñada edificación ancestral, construida con beneficios económicos donados devotamente y a través de retribuciones benéficas por la cofradía de mareantes, y destruido por deterioro. Posee una pequeña tripulación toscamente tallada y en su popa la Madre con el Niño y los cuatro evangelistas pintados al óleo. Se halla artillado con catorce cañones en cada costado que lo protegen de los ataques de piratas y herejes e interpreta un carisma de profunda imaginación iconográfica en la representación universal de la Iglesia Militante, victoriosa de los ataques de corsarios y triunfante de la batalla de Lepanto.