Todo un vergel entre montañas acuna las orillas del barranco de
Maldonado, memorial inagotable de fe, ánfora de paz y la fuente de agua viva
que alimenta las frescas brisas, acariciando las mejillas de miles de
peregrinos devotos de María, Madre de Dios y nuestra. Una maternidad compartida
con su Hijo entre los cristianos que escuchan la Palabra y tienen vida eterna
en abundancia. En la pequeña ermita se conjuga la trilogía: monte, mar y Virgen
del Carmen, todo un signo de amor, esperanza y misericordia. Fluyen para
indicarnos el camino hacia el encuentro de lo viejo y lo nuevo.
De las rocas y de las paredes centenarias surge el manantial mariano,
deleitándonos en los rezos, que se confunden con el aroma de las rosas y el
incienso y se elevan confiados en la tierna mirada de quien suplica por la
protección del enfermo, marginado, inmigrante, pobre y necesitado en general.
Su hermosura sea siempre el crisol de sosiego y entendimiento, remanso de
hermandad a través del diálogo y comprensión, conduciéndonos a la dulce morada
como fulgor de marinos y navegantes.
Programa de las Fiestas en honor a Nuestra Señora del Carmen, barranco de Maldonado. Santa Cruz de La Palma. Julio de 2013.
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