
Junto a las muchas vicisitudes y opiniones, sólo existe lo
esencial de una realidad con fuerza, el arte. Componente de unos parámetros
universales, transmisores de valores y sentimientos testimoniales de épocas,
estilos y otros motivos puntuales. Se entiende generalmente como cualquier
actividad o producto hecho por el hombre con una finalidad estética o
comunicativa, mediante la cual se expresan ideas, emociones o una visión del
mundo mediante diversos recursos como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos.
Expresión de la sociedad y libertad del genio, siendo un componente de la cultura. Sin embargo, más comúnmente se suele considerar como actitud creadora, por lo cual produce una serie de objetos que son singulares y cuya finalidad es principalmente estética. Es la imaginación capaz de dar placer de belleza. Alimenta el alma y quienes hacen esta afirmación no se equivocan.
Con riqueza de detalles doy a conocer una gran obra artística
realizada para la parroquia de San Isidro Labrador de La Laguna (Los Llanos de
Aridane). Un sagrario de madera noble de 94x75 cm. y de fondo 39 cm., del
imaginero y restaurador palmero Domingo José
Cabrera Benítez (1971) y del
carpintero Tomás Ramón Rodríguez
Hernández (1975). Entregado el 28 de noviembre de 2013, jueves.
Las grisallas, técnica pictórica basada en una pintura
monocroma que produce la sensación de ser un relieve escultórico, dan sentido
al secreto, cómplice y artífice, que será admirable con estupor. Los ángeles en
posición contemplativa convergen sus miradas y nos ofrecen muestras de unidad y
grandeza sacramental. Los dos con filacterias llevan impresas las letras del
Pange Lingua: Tantum ergo Sacraméntum
venerémur cérnui (Veneremos, pues, postrados tan grande Sacramento), que es
un himno eucarístico escrito por el dominico Santo Tomás de Aquino (1225-1274),
Doctor Angélico, para las festividades del Corpus Christi, Jueves Santo y
habitualmente en todas las procesiones con el Santísimo. El de la derecha lleva
TANTUM ERGO SACRAMÉNTUM (postrados
tan grande Sacramento) y el otro, izquierda, VENERÉMUR CÉRNUI (Veneremos, pues).
Expresión de la sociedad y libertad del genio, siendo un componente de la cultura. Sin embargo, más comúnmente se suele considerar como actitud creadora, por lo cual produce una serie de objetos que son singulares y cuya finalidad es principalmente estética. Es la imaginación capaz de dar placer de belleza. Alimenta el alma y quienes hacen esta afirmación no se equivocan.

Su simple forma es un pequeño lugar a modo de caja o armario
donde se guarda el Cuerpo de Cristo, después de la transustanciación del pan y
del vino en la celebración de la santa Eucaristía. Su misión principal es
llevarlo a los enfermos que no pueden venir al templo para vivir su enfermedad
con esperanza, adorarlo y acudir a Él, siendo el corazón latente de cada
templo.
Está rematado con un pelícano y sus crías, signo de amor y
entrega, con líneas rectas conforman un peculiar trazado a un fondo único escenográfico
pastoril, moderno y armónico.

Con Alfa y Omega (principio y fin) completan el
frente con un anagrama central, compendio por un Dios que es el camino al
Padre, la verdad encarnada y la vida de los creyentes en Jesús.
En su parte posterior se halla escrito: “Diseño, talla y
policromías Domingo José Cabrera Benítez. Domingo Cabrera 2013.
28-noviembre-2013” y “Carpintería, dorado y tapizado Tomás Ramón Rodríguez
Hernández. Firma. 28-noviembre-2013”.
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