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domingo, 19 de enero de 2014

ESTAS PASADAS FECHAS

                              En estas pasadas fechas hemos estado más de una vez sentados en torno a una mesa familiar, compartiendo los mejores momentos de nuestra vida, con mayor o menor fortuna, pudimos lograr revivir la magnífica experiencia de hallarnos amado por los demás, sentarnos juntos a personas a las que queremos y nos quieren incondicionalmente. Siguen teniendo un fuerte componente de tradición, sentimiento y nostalgia echando de menos a los que ya no están.
                          Nos reconvertimos en niños con la ilusión de recibir un regalo, despertando brillo en la mirada, no es otro su sentido y su valor. Si no nos ayudan a superar los esquemas estructurales y los localismos pobres, sean materiales o espirituales, no servirá para nada.
                               Queda el tiempo en suspenso. ¿Cómo?, no lo sé. Con toda probabilidad  lo sabrán las generaciones futuras. Me parece que el aumento vertiginoso de los trastornos sicológicos en niños tiene que ver con haber perdido el sentido profundo del paso del mismo, que nos deja el monstruo de esta sociedad derrochadora. Dejar de comprender esto, solo, nos empuja a la angustia, lo que nos hace humanos es el proceso de construcción de nosotros.
                              Solemos hacer un recuento de lo que hemos hecho durante el año. Además, es una ocasión para plantearnos, si queremos que sea mejor abriendo la puerta del 2014. ¿Cómo será el nuevo paréntesis, que empieza? ¿Quieres sentir que diriges tus relaciones mejor, que hasta ahora? ¿Quieres encontrarte bien contigo mismo? ¿Qué puedes realizar para conseguirlo?... Hay que intentar convertir en realidad la parte posible de los sueños y aprender a distinguir lo imposible. 

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