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domingo, 9 de febrero de 2014

CARMEN AROZENA Y SU MEMORIA

Carmen Arozena 
          La curiosidad de entender, con qué pretensiones, el grabado como arte llevó a Carmen Arozena Rodríguez (1917-1963) a converger su saber a crear una nueva técnica novedosa en el mundo creativo del momento y de siempre, me sedujo y me introdujo completamente en la investigación más precisa e inteligente, concediéndome una satisfacción concisa referente a lo personal y colectivo.
             Sus proyectos han traspasado fronteras y se han convertido en el objetivo de muchos protagonistas nacionales e internacionales para concurrir con sus originales obras al premio, patrocinado por el Excmo. Cabildo Insular de La Palma, que lleva su nombre. El contingente gráfico parece encontrarse en un permanente entredicho. La estampación es algo vivo dispuesto a desarrollarse con ilusión, desde una posición seria, imaginativa y honesta.
                              Nace en Santa Cruz de La Palma de la tierra del fuego y del mar. A los doce años se traslada con su familia a la capital de la nación, donde muere joven con ansias de progresar e inculcar en las mentes prodigiosas de los iniciados sus directrices, enseñando su madurez en los procesos informáticos y tecnológicos. Su estilo se convirtió en un bregar único, demandado por espíritus inquietos y participativos.
                             Ingresa en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando en 1936, que después de haber sido sus estudios interrumpidos por la Guerra Civil española, reanudó en 1941. Realiza su primera exposición de pintura y grabado en 1955 y  así, sucesivamente, en la década de los cincuenta, hasta que en enero de 1963 inaugura su primera individual de su nuevo diseño.
Obra seleccionada. PIDAG Carmen A.
                              Su constante actividad en mostrar lo sensacional le hizo alcanzar metas insospechadas, obteniendo distintas condecoraciones, entre dichos galardones destacamos el de XI Salón de Grabado y la III Medalla de Grabado en 1960. Su bagaje ingente figura en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y en colecciones privadas.
                              Nuestra ciudad capitalina registra su conexión con el lanzamiento de una vocación determinante, potencial de su fuerza interior, que es reflejo de su opción positiva y universal de cualquier sistema de dogmas. Su indicativo ilustrado fue corto, pero su aportación creadora amplia y valiosa.
                              Hasta el 7 de enero se pudo visitar en la Casa principal de Salazar la XLI edición. Se recibieron 354 estampas para dicho certamen, de las cuales 143 vinieron de lejanos lugares continentales, entre ellos Alemania, Argentina, Australia, Canadá, Bulgaria, Colombia, Corea, Finlandia, Irán, Israel, Japón, Taiwán… Cerramos el trabajo mencionando el 50º aniversario del fallecimiento de la artista palmera.

PIDAG: PREMIO INTERNACIONAL DE ARTE GRÁFICA CARMEN AROZENA.

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