Escribir sobre la semblanza de una persona no es nada fácil.
En este caso hay que tener muchos argumentos fundamentados y razones para
hacerlo. Antonio Tabares Martín (1973) es sencillo y amable en el trato
personal, destacando en la cordialidad con los otros, siendo su conversación
fluida y amena la tertulia. El triunfo de un palmero es la satisfacción de
todos los paisanos amantes del arte y el buen hacer en las letras literarias.
Mi inspiración o la tuya hace tiempo nos ahogaban en tinta y
flotaba entre letras. Merecidamente, has recibido con la mayor honestidad los
distintos premios a tu ingente labor de dramaturgo. No es nada nuevo, sino
conocido por los demás. Tu trayectoria se transformó en espejo de tu inteligencia.
Era imprescindible que el reloj olvidara qué hora era para que tú revelara
algo.
Los grandes hombres son admirados por los años compartidos.
Hemos pensado en algún momento de nuestra existencia que el mundo era en blanco
y negro. Los colores tiene que ponerlos cada cual. Espontáneamente, extrae de
tu memoria vida y obras, exponiéndolas en el escaparate de la verdad con cariño
y respeto. Te felicito por los recientes logros conseguidos, reflejo de tus
méritos, complemento de una esperanza y compromiso de nuevas aspiraciones.
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