PREGÓN DE LA SEMANA SANTA 2015

Miguel Fernández Perdigón. Pregonero

                              El jueves, 19 de marzo, Día de San José, a las veinte horas en la ermita del Santo Cristo del Planto se celebró el Pregón, titulado por el autor “Pregón Improvisado”, correspondiente a la Semana Mayor 2015 de Santa Cruz de La Palma. Entrañable solar sagrado para tan digno evento, avalado magníficamente por su tradición y popularidad, entre muchos cristianos amantes del culto religioso y devocional, a unas imágenes de solera y de profundo arraigo en un marco de valioso abolengo con un contenido de emotividad, que nos revelan la iconografía de una escena única de la Pasión, conmoviéndonos en el amor y entrega de Dios, hecho hombre, por la salvación del mundo.

                              Prosa, poesía, reflexiones… y centrado en el acontecimiento evangélico, haciendo referencia a la plasticidad de los recorridos procesionales sin convertirlo en homilía. Enhorabuena pregonero, Miguel Fernández Perdigón (1942), que supiste darnos sensacionalmente una lección magistral de cultura y conocimiento de lo nuestro. Con simplicidad verbal nos condujiste a las costumbres y vivencias personales desde tu infancia, juventud y madurez en el seno de una familia envuelta en sentimientos sencillos y ensamblados.

                              El lunes con el diálogo de Jesús del Perdón y San Pedro, con el protagonismo del gallo, para después romperlo con la desnudez de una sentencia. ¡Qué difícil debió ser para el apóstol aquel encuentro fugaz antes del suplicio definitivo!

   Frente y perfil que mansedumbre afina,

San Pedro. Fernando Estévez

y transporta de luz en la mirada.

Boca entreabierta de candor nimbada,

De paz real que hasta indulgencia inclina.

   Nunca figura humana tan divina

ni potestad de manos entrecruzadas,

por estar la una a otra tan atada

que despierte conciencia repentina.

   Hasta el Pedro que soy llegas, Maestro.

Las lágrimas diluyen mi pecado.

El gallo canta siempre tu paso amigo,

   y es el perdón, más que tu paso, diestro.

Las lágrimas, mi fruto emocionaba,

y el gallo canta que Tú estás conmigo.

                              Una vez recitado el anterior soneto (fruto de su archivo personal) continuó relatando los encuentros, Punto en la Plaza y la Santa Faz, con el paso del Nazareno, presidido por el evangelista San Juan de Manuel Hernández y atrás la Magna, bajando por la empinada cuesta del Lomo, que le hacía sugerir desde la ventana de su casa cómo era posible que tan bien se había inspirado con sus gubias Estévez del Sacramento.

Señor de la Caída. Benito Hita y Castillo 

                              Así, siguió con la descripción perfecta de la imaginería, jornada tras otra con un Señor de la Caída, Piedra Fría, Crucificado y del Clavo, comenzando con la aclamación  de Rey en la fiesta de la bendición y reparto de los ramos de palmos y olivos, del Huerto y los azotes al Cordero inocente para ponérselo muerto en los brazos de su Madre y entrar en la soledad del sábado, antesala de la Vigilia Pascual y pórtico del Domingo de Resurrección.

La Piedad. Hospital de Dolores

                              No hubiera sido completo sin la lista de los artífices del libro de oro de los maestros, que hicieron posible la realidad palpable del acervo patrimonial de una ciudad católica por antonomasia, orden, respeto y fundamento de la fe y esperanza en la consecución del amor y misericordia de Dios. Abrimos las puertas de los templos y la memoria salta a la palestra con los nombres de Juan Abascal, Fernando Estévez, Andrés Falcón San José, El Morenito, Benito Hita y Castillo, Nicolás de Las Casas Lorenzo, Aurelio Carmona López, Domingo Carmona, José Aníbal Rodríguez Valcárcel, Marcelo Gómez Rodríguez de Carmona, Ezequiel de León Domínguez, Manuel Díaz Hernández, Francisco Palma Burgos, Domingo Cabrera, recientemente con las Tres Marías, y otros.

                              Es producto de un largo proceso de la historia, que si la miramos desde el estricto punto de vista artístico, se ha nutrido con el paso del tiempo de grandes ejemplos en lo escultórico o musical, los motetes, llenos de belleza. Ha crecido y se ha enriquecido con nuevas aportaciones, logrando una excelente cronología de los sucesos representados. Cofradías que se renuevan anualmente, tambores y cornetas, chirimías de la Vera Cruz, bandas de música, simbología en la calle… son propias de estas fechas.