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domingo, 12 de abril de 2015

EL CRISTO DEL CLAVO

Dibujo sobre papel. Domingo José Cabrera Benítez
                               Se cumple el 30º aniversario de tener entre nosotros una imagen de un valor iconográfico extraordinario y solidez, que sobrepasa los límites de lo real y ficción no vivida en el seno de una representación teatral hasta llegar a la extenuación imaginada. Jamás pensé que se podía superar la barrera existente en la vida y muerte, tierra y cielo, real y eterna… Se puede cuando se llegue a un grado superior de inteligencia y conocimiento del arte.
                        “Viernes Santo, paso a paso,
                      con los pies sin desenclavar
                      llevado a la sepultura,
                      camina el Cristo del Clavo.
                        ¡Silencio…, dolor inmenso!
                      Mi corazón acongojado
                      contempla a un Dios muerto
                      y después resucitado.
                        Escuchad acordes, tambores y cornetas
                      es la procesión del Santo Entierro.
                      ¿A quién llevan a enterrar?
                      A Jesús el Nazareno,
                      el que murió en el madero
                      escupido y maniatado,
                      perdonando a los demás. 
Francisco Palma Burgos
                              El Cristo soportando miles de ataduras por ese clavo, que nos da una visión única de mortalidad y transformación de hombre inconformista, sujeto a lo transcendental del mundo. No vayamos a confundir lo útil con los vanos flujos, que nos ofrecen constantemente por distintos medios.
Carta. Detalle
                              La comunicación por cartas de los protagonistas abren las puertas a una obra, engrandeciendo el paso procesional del Santo Entierro del Viernes, Procesión Magna, de la Semana Santa de Santa Cruz de La Palma. El ansia de finalizar lo emprendido en el tiempo y espacio de una comunidad parroquial se realizó con éxito, aunque con algún contratiempo, y que, hoy, forma parte del acervo religioso, cultural y patrimonial de la parroquia Matriz de El Salvador. Un tesoro devocional expuesto a la vista de todos los fieles, que en su lento y rítmico caminar por el casco histórico ofrece armonía en los corazones de creyentes junto a las serpenteantes aceras de empedradas y estrechas calles.
Imagen del Cristo. El Salvador
                              Fiel reflejos de ilusiones y constancia de una aventura afortunada hecha por unos y otros en el compás de espera, hasta lograr la satisfacción deseada y merecida de un premio.
                              El miércoles, 25 de marzo, el restaurador e imaginero Domingo José Cabrera Benítez (1971), Domingo Cabrera, dio una magnífica charla sobre el entorno de la escultura religiosa, desde que nace en la mente del escultor hasta su acabado final, pasando por un boceto y demás procesos escultóricos.  

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