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domingo, 26 de marzo de 2017

VERDADERAS MARAVILLAS DE LO ARTESANAL

                              Descubrir los bellos suelos con baldosas o losetas hidráulicas alicatadas con esmero y precisión es un arte de gran calado y prestigio, siendo un deleite para los sentidos y conocimiento del pasado de los isleños y al buen gusto en el mundillo estilístico de la decoración de viviendas. Tanto en el interior o exterior nos puede enamorar su presencia por el conjunto en sí y porque se conjuga un compendio de historia, piezas únicas y multicolor.
                              Su fabricación es transmitida de una generación a otra, o sea, de padres a hijos. Están hechas de barro o adobe, no cocidos, como en el caso de las homólogas de cerámica. Confeccionadas a base de cemento comprimido con prensas a mucha presión, que le confiere una gran resistencia y solidez.
                              Constituyen el deseo de los amantes del diseño, verdaderas maravillas de lo artesanal. Hay quien conserva las originales de las construcciones, que surgieron a finales del XIX. Las primeras referencias son de 1857 en el sur de Francia, que se hicieron con moldes metálicos, conocidos por trepas.
        Es un material producido y utilizado tradicionalmente en zonas urbanas del mediterráneo como nos hemos referido en el párrafo anterior y, además, en la Península Ibérica, Italia y antiguas colonias europeas del norte de África y Latinoamérica. Se elaboran manualmente, una por una, con la misma técnica artesana introducida por los árabes hace más de 10 siglos, mejorada en la centuria decimonónica.
                              En sus inicios este tipo de pavimento sustituía a la piedra natural de constitución basáltica, generalizada por su abundancia, según el origen volcánico de las islas. Normalmente poseen una medida de 20x20 cm. Hasta los años 70 estuvieron muy de moda, hasta que pasaron desde ese entonces a un segundo plano. Nuevas referencias nos indican su actual posicionamiento como una de las opciones más interesantes. Se proyectan figuras, básicamente geométricas, arabescos, clásicos, rústicos, florales o vegetales, caracterizados por su gran variedad de dibujos y colores (pigmentos), que deben de estar meticulosamente colocadas en la zona central a ser enmarcadas con grecas o cenefas.
                              El acabado que tiene cada una de las piezas es bastante poroso, por lo que necesita protegerse con una capa de imprimación impermeable, haciendo que sea resistente, antideslizante y muy fácil de mantener. El espesor y profundidad del diseño permite pulirlo sin temor a perder las formas, recuperando el brillo.
                              En la Villa y Puerto de Tazacorte (La Palma), desde mediado de los 90, existe una fábrica con capacidad de producción y garantía de abastecer un mercado exigente en calidad y suficiente cantidad solicitada. Con una vieja maquinaria rescatada del olvido ha nacido la aventura de una nueva proyección de futuro. El proceso de elaboración parte en la colocación de las capas de diversos elementos componentes del mosaico, que en unos segundos se prensa y tras 24 horas sumergido se seca al aire. Es una labor tensa y laboriosa, que necesita paciencia  y un gran aprendizaje. Desde su creación hasta su acabado se siguen 9 pasos constructivos, dignos de reseñarlos, para que lo sepan, si alguna vez visitan uno de estos establecimientos. En Fuencaliente, municipio palmero, según las indicaciones indagadas existe un punto de venta de dicho producto.

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