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domingo, 23 de abril de 2017

ALGO MÁS QUE UN RECURSO

                                El agua, algo más que un recurso es una necesidad para la supervivencia, cuya gestión del servicio, un bien público y un derecho humano reconocido por la ONU, requiere medios, especialización, experiencia y colaboración. Cuidar de ella es apostar por el futuro.
                              Tener en cuenta la conmemoración del Día Mundial del Agua, 22 de marzo, es hacerlo a favor del desarrollo sostenible como un pilar esencial, que se está viendo afectada por el cambio climático. Las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) manifiestan que, sí no se adoptan nuevas políticas, en el año 2050 cerca de la mitad de la población en general vivirá en áreas bajo estrés hídrico severo.
                              Si la sostenibilidad es el equilibrio entre lo económico, social y ambiental el líquido elemento es seguramente uno de los factores posibles.
                              Se produce el siguiente manifiesto, que transcribimos a continuación: “Esta producción de energía hidroeléctrica  habitualmente va asociada a embalses que cumplen funciones de abastecimiento para distintos usos, y se lleva a cabo de sistemas de gestión al aire libre voluntario y certificado, que obligan a la mejora continua en el control de todas las residuales generadas, así como en la preservación del estado ecológico de los almacenamientos y los tramos regulados asociados , que conforman una utilización eficiente de los recursos naturales”.
                              El mantenimiento de la biodiversidad es un pilar fundamental  dentro de los planes generales: “El agua entendida como recurso, hábitat, y sustento indispensable para la vida juega un papel trascendental en la conservación de la biodiversidad”. Tenemos que frenar un problema que nos concierne a todos, para que cada ciudadano pueda llegar a disfrutar en el consumo de la misma, que es un medio esencial para el desarrollo de la vida y del progreso humano.
                              Si hacemos énfasis en el aumento de la demanda, que se origina como consecuencia del crecimiento de la población, agravamos la situación. Hace veinte años se ha querido significar un día específico que nos ayuda a reflexionar sobre los retos pendientes.
                              Es un eje transversal y vertebrado de vida, fundamentalmente para lograr el desarrollo. Es un derecho humano. No debemos olvidar que hay 842.000 muertes anuales, que están relacionadas con la utilización de fuentes contaminadas lo cual provoca enfermedades como el cólera, la disentería o la fiebre tifoidea. La garantía, es la base para el cumplimiento de muchos otros compromisos, según nos referimos a la alimentación, salud, progreso económico, medio ambiental sano, etc.
                              Ante los efectos negativos del cambio climático, como la presencia de fenómenos meteorológicos extremos con periodos de sequías prolongadas, hay que activar urgentemente planes de emergencia con capacidad de remediar el problema a favor de los más desfavorecidos.
                              Nos atañe a todos y debe de ser abordado desde una perspectiva integral que incluya los aspectos más técnicos, pero, también, iniciativas de carácter educativo y social, contribuyendo a una auténtica transformación de la vida de las personas, brindándoles las oportunidades necesarias para que los menores adquieran hábitos positivos.
                              Más allá de la educación tradicional, es decir, del simple hecho de impartir un conocimiento, consiste relacionar al hombre con su entorno y buscar un modo nuevo de actitud, una toma de conciencia sobre la importancia de conservar y mejorar nuestra calidad de vida. A los niños y niñas, de tres a seis años, les sirve para desarrollar su sensibilidad por tener una gran curiosidad y necesidad de descubrimiento, observación y exploración, comprendiendo su propia responsabilidad para la formación. Por tanto, depende en gran medida la enseñanza y posteriores hábitos educativos de la niñez y juventud. Por esta razón, le corresponde a la pedagogía y escuela desempeñar un papel fundamental en este proceso.
                              Debemos avanzar hacia unos objetivos prioritarios, basados en la autosuficiencia energética y el residuo cero. Aplicación y cultura es primordial para construir el futuro, que suponga la implicación e incorporación de toda la sociedad. No hay tiempo que perder, ya que el planeta no puede esperar.

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