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domingo, 8 de septiembre de 2019

LAS ERMITAS DE SANTA CRUZ DE LA PALMA (II)

Ermita del Cristo del Planto
                              SANTO CRISTO DEL PLANTO: Fabricada bajo licencia del arcediano Pedro Espino de Brito en 1611, a expensas de Águeda Gómez Chinana, viuda y perteneciente a la orden de Santo Domingo de Guzmán. El Concejo concedió una fanega de tierra para su construcción, aumentada años más tarde a una y media, después de 1674.
                              Fue conocida por las advocaciones de la Soledad, Nuestra Señora del Planto y del Calvario, por haber sido edificada junto a un Calvario existente desde el siglo XVI, compuesto de tres cruces de tea en el exterior de la capilla principal, porque su pendiente pronunciada para llegar a su ubicación rememoraba la subida al Monte Calvario.
Retablo Mayor
                              La talla del Cristo modelada por indígenas mexicanos en caña de maíz, constituye una imagen excepcional, hueca y con un peso inferior a los diez kilos. El origen de esta original técnica es precolombina y con ella realizaban los indios tarascos de Michoacán las estatuas de sus dioses. De espíritu popular y sereno dramatismo, presenta a Cristo muerto, llagado y cubierto de sangre. Data de la primera mitad del XVII, aunque se ignora si fue colocado desde el primer momento. En 1659 fue llevado a la ciudad por motivo de la plaga de langostas.
                              En la visita que realizó el licenciado Pinto de Guisla en 1681, ordenó celebrar su fiesta el 14 de septiembre, Exaltación de la Santa Cruz. Gozó de la devoción de los navegantes y marineros, como prueban los exvotos fechados entre 1715 y 1757.
                              Del interior sobresale el retablo mayor, concebido como una gran hornacina. Destaca su decoración con vivos fondos portugueses, a base de enroscadas formaciones vegetales y hojarascas de alegres tonalidades, entremezcladas con figuras infantiles. Con él reciben culto la Virgen de los Dolores, San Juan Evangelista y María Magdalena. Las dos primeras se atribuyen al escultor palmero José Aníbal Rodríguez Valcárcel (1840-1910) y la última de influencia flamenca.
Término de Mirca. Candelaria
                              NUESTRA SEÑORA DE CANDELARIA: En el término de Mirca se halla dicha edificación religiosa consagrada a la Virgen de Candelaria, San Andrés, patrono del fundador, y San Bernabé. Fue erigida por el maestre de campo Andrés Maldonado, alguacil mayor de La Palma, en una hacienda de viña que poseía.
                              En 1977 fue convertida en parroquia y en los años siguientes, 1978-1981, se llevó a cabo su reconstrucción, a la que se debe buena parte de su aspecto actual. Por entonces, se elevaron las paredes perimetrales, se hizo el coro alto y una nueva espadaña para las campanas. Dentro, además de la imagen de la Virgen, talla policromada del primer tercio del XVII, son dignos de mención los óleos de los apóstoles mencionados.
San Vicente. Pago de Velhoco
                              SAN VICENTE FERRER: Situada en el pago de Velhoco, fundada por el sargento mayor Francisco Ignacio Fierro y Monteverde (1669-1748), anexa a su hacienda de viñedos, tierras y casa de campo. El templo responde a las características de la arquitectura religiosa tradicional, con muros de mampostería de piedra, barro y abundantes maderas en carpintería y techumbre, de estilo mudéjar de par y nudillo a tres aguas. Su fachada, rematada por tres almenas pétreas labradas, sigue la línea de los templos palmeros, es decir, el esquema de puerta con arco de medio punto, balcón de madera para tocar las campanas desde el coro alto, construido en 1866, y pequeña espadaña en el vértice superior.
                              La primitiva talla del titular está en la homóloga de San Telmo. La actual, que preside el frente principal de la nave, es una cuidadosa escultura de vestir, de finales del siglo XVII o principio del XVIII, atribuida al imaginero dominico fray Marcos. En ella, también, se venera la Virgen del Pino y completa el ajuar dos lienzos dieciochescos de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán.
Barranco de Maldonado
                              NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN: Enclavada en un marco natural, fue fundada entre los años 1725-1730 por el sacerdote Isidoro José Ferrera y Arteaga (1701-1776), médico y Beneficiado de la iglesia Matriz de El Salvador, como oratorio anexo a su hacienda de viñas, pan sembrar y árboles frutales, que tenía en el barranco de Maldonado, erigida cerca de su vivienda y con puerta al camino real. Posteriormente, en 1777, pasó a ser pública, dependiendo de la parroquia de Las Nieves. Bendecida el 27 de agosto de aquel año, dos años después, se fabricó la sacristía. Pasada una década (1789) se dio licencia para acreditar una cofradía y, así, acrecentar el culto y devoción al Santo Escapulario de la Virgen.
Virgen del Carmen
                              A pesar de su reducido tamaño, al recinto no le falta ninguno de los elementos propios de los recintos grandes. Se embellece con una plaza almenada a su alrededor y en sus proximidades, adosada al risco está, todavía, la antigua casa de romeros.
                              La imaginería está representada por las devociones carmelitas y San Agustín, secundada por otras más populares de San José y San Antonio de Padua. La mejor pieza de todas ellas es la pequeña y delicada talla de Santa Teresa de Jesús.
                              Ha tenido algunas restauraciones estructurales, que le han devuelto su encanto primigenio y de conservación a la efigie mariana.

- III -
                              Finalizo, como epílogo del amplio e intenso trabajo de recopilación de las actuales ermitas, existentes en el municipio capitalino de La Palma y que con frecuencia se celebra culto en ellas, sin dejar en el olvido referencial del tiempo a muchas otras, que de una manera u otra, diferente entre ellas, dejaron una impronta en los anales históricos de nuestra sociedad ilustrada compuesta por hombres y mujeres libres, amantes de practicar una fe ferviente en lo religioso e instituciones conventuales. Mecenas o no contribuyeron al fomento de su proliferación, enriqueciendo el patrimonio artístico, ornamental, ceremonial, cultural y social, señalando un principio y un fin al acontecimiento acaecido en ese momento en el marco de los siglos XVI al XX, dejando una profunda huella en las efemérides palmera de nuestra actualidad.
                              En 1530, fray Domingo de Mendoza, evangelizador del Nuevo Mundo, fundó en una ermita erigida por el Adelantado Alonso Fernández de Lugo (c. 1456-1525) con el nombre de SAN MIGUEL ARCÁNGEL, el convento dominico de San Miguel de las Victorias, tercero de dicha orden en Canarias.
                              El cenobio femenino, tercero de su orden en el archipiélago de Santa Clara de Asís, regentado por las MM. Clarisas de clausura, tuvo su origen en una pequeña construcción dedicada a SANTA ÁGUEDA de Catania, virgen y mártir, elegida en 1574, en medio de una pertinaz sequía, como Patrona y protectora de la ciudad, y Abogada de las mieses. El Cabildo hizo voto solemne de guardar su día, cinco de febrero, y hacer procesión a su ermita, que fue edificada, según consta en un acta de 1607, con gran fervor y limosnas de los vecinos, trayendo una imagen de la santa de taller peninsular, probablemente sevillano. En el plano de la ciudad que levantó en 1590 el italiano Leonardo Torriani (1559-1628) aparece dibujada. Continuó siendo invocada en épocas de calamidades públicas. En 1747 se acordó llevar a la santa al Salvador, para allí ofrecerle un novenario en atención a la falta de agua y estar los sembrados en fase de perderse.
Barranco de Las Nieves. Entorno
                              En 1689 el barranco de Las Nieves se desbordó precipitadamente, arrasando con la cruz original de la conquista y con la primera ermita de SANTA CATALINA de Alejandría, que se hallaba en sus proximidades. Una vez ocurrido tan lamentable suceso, el madero fue colocado en el lugar actual, y en el mismo solar que ocupaba anteriormente fue edificada de nuevo, volviendo a ocurrir, 9 de octubre de 1793, una segunda riada de dicho accidente topográfico, conocido en ese entonces por el mismo nombre de la santa mencionada. El referido cauce fue encausado para evitar futuros desbordes. No existe fecha sobre su fabricación, aunque probablemente pudo ser antes del XVI, pero sí un documento fechado en 1558 por Diego Beza.
                              Las imágenes, entre ellas la titular, San José y San Amaro, que se pudieron recuperar, fueron protegidas en las respectivas homónimas de San José y Santa Águeda, respectivamente. Viendo, entonces, la necesidad de construir un tercer edificio más lejos, evitando nuevos accidentes, se bendijo el último recinto religioso el 22 de octubre de 1701, cerca del Real Castillo, cuya denominación la tomó de la misma, habiendo dado el apelativo al barrio y calle, la cual sirve de nexo a ambas edificaciones.
                              Pasó por distintas dificultades de mantenimiento y propietarios, que causó un estado de ruina hasta que fue vendida. Hoy en día se conserva el magnífico retablo barroco (c. 1701-1711) con la sin par efigie de la patrona de los filósofos en un altar colateral de la otra de San  Sebastián.
                              En torno a 1860, se detectan algunas iniciativas orientadas a la reglamentación de los estudios de secundaria en La Palma y a la posibilidad de crear si no un instituto, al menos sí un colegio o academia que permitiera a los palmeros continuar sus estudios en la isla. La convocatoria se hizo en dicha ermita, 27 de agosto de 1865, que fue concurrida y en donde se tomó la iniciativa, una vez aprobada la reglamentación consensada, de fundar el centro de enseñanza secundaria con el nombre de la advocación del pequeño recinto.
Ubicación de San Francisco Javier
                              La de SAN FRANCISCO JAVIER fue fabricada por mandato del sargento mayor José de Arce Rojas y Escobar, Regidor Perpetuo de La Palma, sobre una superficie de 102,83 metros cuadrados, con licencia del obispo diocesano Bartolomé García Jiménez (1618-1690) y expedida en Santa Cruz de Tenerife el 26 de febrero de 1674. Ha sido citada por Cámara y Murga en sus Sinodales.
                              El inmueble sito en la antigua calle Real del Puerto, hoy O´Daly, fue edificado en el ala sur de la vivienda de los Arce y Rojas, origen portugués, con acceso directo al patio de la misma por carecer de sacristía, que se utilizaba para el uso del celebrante, y poseía una artística tribuna barroca de filigrana calada de muy buena talla, sostenida sobre dos canes antropocéfalos, segmentada en un par de órdenes de cuarterones, que se halla en la Real Sociedad La Cosmológica.
                              Bendecida por el licenciado Juan Pinto de Guisla, Beneficiado de la parroquial de El Salvador y Visitador General de la isla, tenía una puerta con arco de medio punto en su fachada, balcón y espadaña para una campana, además, dos pequeños huecos a ambos lados y de la misma característica constructiva de la entrada. El motivo de dicha capilla doméstica fue por sus dos hijos jesuitas, Juan y José.
                              Un hermoso artesonado cubría la techumbre y se adquirieron para su veneración a San Francisco Javier, traída de Sevilla y colocada en la hornacina central de su primer retablo, atribuida su hechura al círculo de Pedro Roldán (1624-1699), San Ignacio de Loyola, Purísima Concepción, San José y un crucifijo con potencias de oro para la mano del primero, que se encuentra en Santo Domingo, como un retablo con el resto de imágenes en la sacristía. La talla de mediano tamaño del fundador de la Compañía de Jesús, que está en el recinto Matriz es la otra pieza, conjuntamente con el lienzo en la otra ermita de San Telmo, cuya fiesta se celebraba en procesión claustral desde 1676.
                              Por las vicisitudes tenidas por el abandono llegó a un estado de ruina, que sus propietarios decidieron venderla, una vez desacralizada, a particulares. Aún se conserva el artesonado del techo y coro alto. Acondicionada para la exposición de venta de automóviles y farmacia, alarga su actividad comercial. Curiosamente albergó la imagen de Nuestra Señora de La Luz, mientras duraron las obras de construcción de la actual ermita de San Telmo.
Desaparecida. Abajo derecha
                              El broche final lo ponemos con la fundación de la desaparecida SEÑOR DE LA CAÍDA por María Josefa Massieu y Monteverde (1670-1759), mujer piadosa y con grandes deseos de sufragar el desagravio, que sufrió su casa por mediación de una demente, cometiendo su inconsciente blasfemia, al paso del Nazareno por Semana Santa. Se construyó dicha edificación, habiendo obtenido licencia para tal fin, concedida en la Villa de La Orotava, 20 de octubre de 1750, por el obispo de Canaria, Juan Francisco Guillén, y ratificada en Santa Cruz de Tenerife el 4 de febrero del año siguiente, para fabricar contiguamente a su vivienda en la calle Real de Santiago, hoy en día Anselmo Pérez de Brito, con el derecho de patronato.
                              Una vez finalizadas las obras pertinentes a su alzado habitual a tales estructuras, ostentó en su fachada el escudo de la familia fundadora, que obtuvieron permiso para colocar asientos, recibir la paz, tribuna, abrir hueco de conexión a través del coro, ser enterrados y contó con el privilegio de recibir y guardar el Santísimo durante la octava del Corpus Christi.
Imagen del Señor de la Caída
                              La bella imagen del Señor de La Caída del escultor sevillano Benito de Hita y Castillo (1714-1784), presidía el Altar Mayor. El Viernes Santo tenía lugar el sermón de los Filósofos a la entrada procesional del Crucificado, realizándose durante el transcurso el homólogo de las tres horas o de las siete palabras, que empezó en 1780 en el recinto sacro de la cofradía de mareantes por mediación del sacerdote Francisco de Paula Camillón y García de Aguilar, que era capellán de esta última.
                              A través del teniente coronel Nicolás Massieu, pariente de la nombrada señora, se encargaron las tallas del Cristo, conocido por el Señor de las Siete Palabras, de madera policromada y de 2,20 metros de alto, cuyo autor es el palmero Marcelo Gómez Rodríguez de Carmona (1725-1791), San Dimas (buen ladrón) y Gestas (mal ladrón).
                              Entonces, como casi siempre, sucedieron desavenencias por los muchos herederos del local religioso y por escaso mantenimiento, consecuencia a los elevados costos económicos, se sucedieron desgracias, que acentuaron el estado de ruina.
Señor de las 7 Palabras
                              El 19 de noviembre de 1804 una descarga eléctrica (rayo) derrumbó la espadaña hasta la altura de las campanas. Más tarde, veintitrés años después, durante la noche del 18 al 19 de diciembre de 1827, un voraz incendio la destruyó por el descuido de una sirvienta en el hogar de los propietarios, una vela encendida dentro de una alacena, ardieron cuatro más fronterizas a las dos calles paralelas al contorno.
                              Entre las llamas acaecidas por tan grave suceso se pudo rescatar la valiosa efigie de las Caídas, siendo venerada algún tiempo en la capilla privada de la Quinta Verde y ubicada, definitivamente, en la iglesia del Real Convento franciscano de la Inmaculada Concepción, parroquia de San Francisco de Asís; el Crucificado se halla en la parroquia Matriz de El Salvador y una cruz dorada, que está colgada en una de las paredes del inmueble de San Sebastián mártir.

          BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:
     -MAGNA PALMENSIS. RETRATO DE UNA CIUDAD. Jesús Pérez Morera, Luis Ortega Abraham y Jorge Lozano Van de Walle. 2000.
    -75 ANIVERSARIO INSTITUTO ALONSO PÉREZ DÍAZ. Santa Cruz de La Palma. 2007.
     -BIOGRAFÍA DEL P. JOSÉ DE ARCE Y ROJAS, S. J. (1651-1715). Miguel Ángel Martín González. Parroquia Matriz de El Salvador. Santa Cruz de La Palma. 1999.
     -LA HORNACINA. Blog. Google Chrome.
     -PALMEROS EN EL MUNDO. Blog. Google Chrome.
     -FASTOS BIOGRÁFICOS DE LA PALMA. Jaime Pérez García (1930-2009). Excronista Oficial de Santa Cruz de La Palma. 1985.
     -NOTICIAS PARA LA HISTORIA DE LA PALMA Juan Bautista Lorenzo Rodríguez (1841-1908). Exalcalde constitucional y excronista          Oficial de Santa Cruz de La Palma. 1997.
     -ARCHIVO PROPIO. Domingo Cabrera Pérez (1942). Santa Cruz de La Palma. 2019.

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