Fue un domingo electoral, 10 de noviembre, una jornada algo
desapacible y un poco distinta a otra de tinte costumbrista, con personas
sentadas en terrazas de un bar de copas o restaurantes, transeúntes habituales
preocupados por sus gestiones personales, empresariales o de otra índole,
comercios abiertos, bancos en plena tarea mercantil y un bullicio ruidoso. La
pertinaz lluvia no animaba a disfrutar de la playa o al coloquio parroquiano
por todo lo alto, haciendo que Santa Cruz de La Palma se mostrase lánguida.
Con estas líneas defendemos una cultura y valores heredados
de padres y abuelos. Deseamos más que celebrar un día especial, porque en él
ejercemos el derecho a elegir a nuestros representantes políticos que la
democracia nos otorga, sin alterar demasiado la rutina de los ciudadanos,
mientras muchos decidían acudir temprano a depositar el voto, otros prefirieron
dejarlo para más tarde, hallarnos como hombres y mujeres realizados.
Las razones de acercarse a los colegios de votaciones fue una
decisión de conciencia y deber ineludible electoralista, unos convencidos y
otros no de su cumplimiento, inmersos en actitudes de afiliación, simpatía y
responsabilidad civil, mientras paseaban sus mascotas, ir de compra al
supermercado, realizar el cotidiano ejercicio físico…
Si los cálculos no fallan serían 1.726.845 canarios, que
acudieron a las urnas, eligiendo a sus 26 representantes en unas Cortes
Generales. Con su papeleta preferida designaron a 15 diputados, 7 por la
provincia de Santa Cruz de Tenerife y 8 por Las Palmas de Gran Canaria, además,
11 senadores, 3 por Tenerife y los mismos por Gran Canaria, y 1 por cada isla
no capitalina, salvo La Graciosa. Recordemos que hay 3 senadores elegidos
directamente por el Parlamento de Canarias.
En el conjunto de España, más de 37 millones de españoles,
eligieron a quiénes ocuparán los 350 escaños del Congreso y los 208 del Senado,
entre las 1.276 candidatura, que concurrieron a estos comicios.
Las señorías elegidas tomarán posesión de sus escaños el 3 de
diciembre, cuando se constituyan las respectivas cámaras en sendas sesiones
plenarias, con las que se abrirá la decimocuarta Legislatura.
Un total de 8.454 isleños se encargaron de atender las 2.818
mesas repartidas por los 1.068 sitios constituidos en el archipiélago, elegidos
por los ayuntamientos mediante sorteos y, por último, hubo 2.818 consignados en
representación de la administración del Estado.
Ahora nos toca digerir a muchos un resultado malo para el futuro, según la
opinión de algunos. Lo esencial de todo esto es que hemos cumplido un objetivo
con toda rectitud y legalidad y, por lo tanto, sucederá la incertidumbre de los
pactos entre candidatos y partidos políticos con el fin de alcanzar acuerdos de
estabilidad para poder gobernar. A todas y todos les deseo que se hayan
cumplido sus sueños, colmados de esperanza y bienestar social sin partidismo,
ni revancha a la inestabilidad en pro de la convivencia pacífica, consiguiendo
así erradicar la violencia, pobreza…, aumentando el número de viviendas,
igualdad de género… con un largo etcétera.
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