Comentar lo extraordinario de una persona es identificarse
con su vida, con hechos y momentos que nos traen los recuerdos y nos alientan a
buscar horizontes de dimensiones inconmensurables.
¿Teresa de Calcuta fue una mujer con dotes especiales? No
cabe la menor duda, que tenía una capacidad de trabajo envidiable y con un afán
de llegar a donde era imposible hacerlo sin medios materiales. Allí, en lugares
inhóspitos, se presentaba empuñando un único signo visible que era el amor a
los necesitados. Allí, en donde había hambre, pobreza, enfermedad…, estaba con
sus manos tiernas y abiertas llenas de compasión y comprensión, atentas a dar
alivio físico y espiritual.
La bondad y la entrega total, hizo de ella un símbolo de
mujer abnegada, en favor del bien social. La entrega por conseguir la salud del
cuerpo y del alma, entre los marginados y no pudientes de un lugar populoso y
problemático, hizo colmar el crisol de sus aspiraciones.
Fue difícil concebir un egoísmo absoluto ante una realidad
palpable y por eso la santa Teresa de Calcuta (1910-1997) o madre Teresa, cuya
festividad se celebra el 5 de septiembre, fue canonizada solemnemente en la
mañana del domingo, 4 de septiembre de 2016, en la plaza de San Pedro por el
papa Francisco, por lo que transcribo las palabras del Pontífice: “Es urgente
promover una cultura y una política de la solidaridad que comience en lo íntimo
de cada uno, en la capacidad de dejarse interpelar por quien se encuentra en la
necesidad”.
Fundó la Congregación de las Misioneras de la Caridad y
recibiendo los premios Nobel de la Paz, Bharat Rahna y Más, supo asumir las
carencias ajenas, haciendo llegar su ayuda a los que se hallaban sumergidos en
la miseria, porque la mayor crueldad es no preocuparse por los demás, no
importarnos lo que sufran, ignorar que mueran…
“No es lícito resignarse al inmoral espectáculo de un mundo
deshumanizado, en el que todavía hay gente que muere de hambre, que no tiene
viviendas ni la instrucción más elemental, que carece de los tratamientos
necesarios en caso de enfermedades y trabajo”.
“Dirigir la atención hacia uno de los grandes retos que
claman a nuestra conciencia, el contraste intolerable entre esa porción de la
humanidad, que goza de todas las ventajas del bienestar económico y la masa
enorme de cuantos viven en condiciones de extrema indigencia”.
Esas y otras reflexiones aumentan el afán de amor a los
demás, profundizando en la mente del escolar palmero, porque su memoria fue
plasmada en murales, una vez ocurrido su fallecimiento.
El Santo Padre Juan Pablo II deseó beatificarla, 19 de
octubre de 2003, por la gloria de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y
Romana, siendo un sentir unánime en el corazón
de todos los católicos de La Palma que conscientes de la trayectoria de
la santa, aúnan su ímpetu para clamar al cielo por sus virtudes.
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