Comunica de norte a sur las zonas altas de los barrios de San
Telmo y San Sebastián, siguiendo su curso en paralelo a la antigua muralla del
huerto del convento de San Miguel de las Victorias o de Santo Domingo de Guzmán
de la Orden de Predicadores o dominicos, hoy sustituida por la pared exterior
del pabellón de deportes, semicubierto, o canchas del Instituto de Enseñanza
Secundaria Alonso Pérez Díaz, desde donde se observan formidables vistas del
puerto y bahía capitalina, abarcando parte del litoral de las Breñas y Villa de
Mazo.
Es un remanso de paz y, al mismo tiempo, un trasiego del
tráfico rodado que por ahí constantemente fluye como vía de entrada al sur y a
la calle Cajita Blanca, después de acabar la pendiente pronunciada de San
Sebastián, vía que fue camino real hacia La Banda. Su entorno muy bien
conservado nos produce impacto al recrearnos visualmente por su desnivel de
unos cuarenta metros, aproximadamente. Es toda una plataforma que nos invita a
detenernos a meditar en lo que pudo ser en un antaño remoto y cercano al
momento presente, inmerso en viejas casonas, de estilo canario con ventanas de
celosías, como esa del balcón conocida últimamente por la “casa de don Elías
Yanes”, mazuco o macense, padre del célebre Elías Yanes Álvarez (1920-2018),
Prelado español, arzobispo emérito de Zaragoza. Magnífica mansión hablándonos
de historias, leyendas y anécdotas a raudales.
Lo tradicional se conjuga asiduamente con lo popular y
religioso, como sucedió en el antaño, cuando la Virgen del Rosario llegaba a
este sitio y más arriba, al comienzo de la calle Tosquitas, se hacía un cuadro
plástico de pleitesía a la sagrada imagen mariana rematada por fuegos de
artificio. Los primeros decoros del entablado de dicho acto devocional,
correspondió al madrileño Ubaldo Bordanova Moreno (c. 1866-1909), pintor y
dibujante.
En el lateral de una esquina se halla una lápida, que dice: “El Dornajo era parada obligatoria para la aguada y descanso de caminantes y bestias de carga que tomaban el camino real de la Banda para dirigirse desde la ciudad hasta Breña Alta y el Valle de Aridane. A la calle da nombre una fuente dotada con frontón triangular, del que parten varios chorros, y con pila de cantería, a la vez lavadero y abrevadero - (llamado en Canarias “dornajo”).
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