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domingo, 10 de octubre de 2021

SANTA CRUZ DE LA PALMA: RINCONES CON NOMBRE (XII)

                              CALLE O´DALY: Designa el intervalo de la calle real de Santa Cruz de La Palma, que parte desde la plaza de España y desemboca en la plazuela del Muelle, plaza de la Constitución o junto al edificio de Correos. Con trazado paralelo a la orilla del mar. La calle cuenta con varias otras transversales perpendiculares, que comunican con Álvarez de Abreu, por el lado este, y por el lado contrario con Virgen de La Luz, en un nivel superior, como Lemus, Blas Simón, Viana y Apurón. Debe su nombre al comerciante irlandés Dionisio O´Daly (ca. 1737-1796), quién junto a otros miembros de la burguesía emergente de la capital palmera, propició la caída del régimen de gobierno local de los regidores perpetuos, hecho que convirtió a la capital en la primera ciudad del estado español en celebrar elecciones municipales por sufragio popular en 1773.

                              Comenzamos su itinerario y hacemos una breve pausa para reflexionar sobre nuestro principal sujeto. Hace más de doscientos años se adelantó alguien como el comerciante O´Daly, que desafió y venció a los denominados corruptos en oposición al progreso del pueblo palmero, opresores de las libertades y derechos soberanos de los ciudadanos, quienes durante siglos habían concentrado el poder gracias a unos cargos vitalicios, que se transmitían de padres a hijos. Un episodio poco conocido y al que nuestras autoridades han querido dar su merecido reconocimiento.

                              A pocos metros de iniciada la vía, adoquinada y señorial, se levanta un edificio de varias plantas con el nombre del irlandés, que ocupa el lugar donde años atrás estaba su casa.

                 La figura de Dionisio sale a escena como continuador del trabajo que había comenzado un año antes el prestigioso abogado, garafiano, Anselmo Pérez de Brito (1728-1772), elegido diputado en 1766. Este había documentado casos de apropiación indebida de bienes públicos, la malversación de fondos y la actitud dominante y tiránica de los aludidos personajes en el gobierno local, ayuntamiento con competencias en toda la isla.

                              Fue titular de la Junta de Caridad, regidor decano del ayuntamiento y socio fundador de la Real Sociedad Económica de Amigos del País.

                              La casa con el nº 1 fue la sede del primer y único Juzgado Oficial de la Contratación de Indias en las islas Canarias, muy al principio de 1564, creado por la Corona de Castilla, si bien por corto tiempo, para comerciar con Indias. En él, durante muchos años, residió el renombrado abogado Pérez de Brito.

                   Haciendo una perspectiva general de la misma notamos el ambiente mercantil que posee, con toda clase de comercios como de aparatos eléctricos, ropas, modas, calzados, farmacias, perfumerías, agencias de viajes, bufetes de abogados y profesionales, librerías y papelerías, ópticas, entidades bancarias… Es todo un despliegue de alarde y de actividad en el entorno del Casco Histórico, con promociones u otros eventos motivados por celebraciones efímeras en muchas fechas del calendario laboral y sin olvidar los acordes musicales de distintos medios de difusión y el aroma de incienso de las procesiones de Semana Santa, etc.

                              Más abajo nos situamos en un rincón emblemático y bello como La Pérgola, con un encanto especial que a todos enamora, oriundos y forasteros, e invita a sacar unas fotos o selfis para el recuerdo y constancia junto a la estatua homenaje del poeta Félix Francisco Casanova Martín (1956-1976). No solo abarcó la poesía, sino que también fue ensayista, crítico literario, periodista y escritor de cuentos.

                              A pesar de la brevedad de su vida, Casanova tuvo tiempo para dejar una obra intensa, original y extraña, plasmada en logros de una asombrosa madurez en el campo poético y prosístico experimental. Es, también, autor de un interesante diario, titulado “Yo hubiera o hubiese amado”, escrito a lo largo de 1974 y publicado en 1983. En la actualidad, su influencia en todo el ámbito español es creciente. La pluma de Félix se tornó más ágil.                                                                                                                                                                                     La vida de Félix Casanova fue efímera. Sin embargo, el tiempo que vivió le permitió hacer lo que amó, dejando plasmadas sus huellas para siempre. El joven se identificó con su obra literaria, que se caracterizó por el empleo de un lenguaje culto, pero también profundo, quizás propio de las pasiones y el ímpetu adolescente. Su estilo original, creativo y vanguardista hizo que sus escritos gozaran de receptividad rápidamente.

                              Si bien el vate comenzó a escribir, siendo un adolescente, también supo imprimir a sus obras madurez y reflexión. Tanto en prosa como su lírica contaron con precisión y coherencia en el desarrollo de temáticas relacionadas con la vida, la existencia, la soledad y las ansias de libertad.

                    Continuaremos con el palacio de Salazar Frías con el nombre de Casa Principal de Salazar, tal como se conoce la vivienda más importante que dicha familia, originaria del Valle de Burgos, llegaría a poseer en La Palma. La mansión fue levantada por Ventura de Frías Salazar, maestre de campo, caballero de la Orden de Calatrava y regidor del Concejo palmero, entre 1631 y poco después de 1642. Edificada a base de sillares y otros elementos labrados, su fachada, de líneas elegantes, supone, antes que nada, la asunción en La Palma de algunos de los elementos más característicos del estilo barroco: fustes helicoidales en sus dos pares de columnas, ambos frisos decorados con rosetas, balcón central con antepecho de hierro forjado y remate superior en frontón partido, donde se aloja el escudo de Salazar, en mármol, compuesto por trece estrellas de oro sobre campos de gules o rojo. Hoy en día, la Casa Principal de Salazar es propiedad del Cabildo Insular de La Palma, que procedió a la rehabilitación, convertido en centro cultural. En sus instalaciones se hacen congresos, reuniones de trabajo, exposiciones itinerantes o fijas a lo largo de todo el año y otros eventos.

                              Enfrente, ocupando su sitio, se halla una construcción moderna en donde estuvo el Instituto Nacional de Enseñanza Secundaria. El cabildo cede la propiedad en alquiler para acondicionarla como centro docente e iniciar la actividad académica en el curso 1932-33.

                              Se trataba de un edificio rectangular y de porte austero que, en armonía con la reciedumbre arquitectónica de las casas de Salazar y Sotomayor, configuraba un conjunto socio-cultural equilibrado para engrandecer y dignificar la ciudad.

                  La Diputación del Común tiene su sede principal, sin necesidad de movernos. Además, y para facilitar el acceso de sus ciudadanos, dispone de oficinas en cada una de las otras islas Canarias. Se ubica en donde vivió Francisco Díaz Pimienta (1594-1664).

                              Desde aquel momento en que surgió la figura del Diputado del Común, comencé a tener cariño a una institución carismática y fundamental en la defensa del pueblo canario. Supervisora de las administraciones públicas.

                              Habrá tenido sus inconvenientes ante las críticas de unos pocos por presiones políticas. Su fin es y será defender los derechos y libertades constitucionales de los ciudadanos e investigar y denunciar las desavenencias de unos, quienes vulneren la integridad, tanto física e íntima, de las personas en lo relativo al arbitramiento en la aplicación de normas o de un trato incorrecto.

                              El planteamiento de las quejas es necesario para el buen funcionamiento, dignificación, fundamento y base en un país del siglo XXI, elementos imprescindibles En el fortalecimiento de los principios democráticos. Esta sociedad es cada vez más consciente de su presencia, destacando su objetivo: “defender al ciudadano de la mala administración, los derechos humanos y luchar contra el exceso de poder”.

                              Es un ente que emana de entre nosotros para servirnos con garantía de servicio y con el mismo espíritu con que fue fundada en el seno de la Constitución Española y de un Estado Democrático para el progreso y legitimación de los propósitos aprobados por el Congreso de los Diputados y Gobierno Autónomo de Canarias. Los palmeros y palmeras brindamos por su estancia con brillante entendimiento.

                              Junto a la casa Vélez de Ontanilla, con numeración impar, y a otra formando la esquina de Blas Simón, con dirección al este, la de García Carballo. La primera, fabricada a principios del XVIII por Felipe José Vélez y Guisla. El primitivo solar perteneció al caballero flamenco Jácome de Monteverde del XVI. Es clasicista y data de la mitad del XIX. Las partes colaterales mantienen igual origen que la vecina con distribución de huecos asimétricos. Contiene llamativos elementos como un horno colgante, ventana-ajímez de celosías y el balcón descubierto de madera. Conserva la escalera principal con techumbre mudéjar con decoración barroca, cuyo autor fue Bernabé Fernández, que se le ha considerado el carpintero más sobresaliente de la isla, durante el periodo de su actividad personal, que abarcó toda la primera parte del XVIII. Hoy en día, aún se restaura de la destrucción casi total de un voraz incendio ocurrido el sábado, 8 de julio de 2017.

           La segunda en cuestión es la de García Carballo, que lleva los apellidos de José García Carballo, regidor del ayuntamiento. Es uno de los primeros edificios neoclásicos proyectados por el presbítero y arquitecto Joaquín Martín de Justa (1784-1842) y firme representante del academicismo de lo anteriormente mencionado. Es un clásico diseño de líneas o trazados curvos y triangulares en ventanas de manera alternantes y balcones con tejados y balaustradas vegetal de origen tradicional con huecos simétricos hacia las otras vías.

                              La antigua fábrica de Cortes de Estupiñán de 1596, Palacio de Sotomayor, se nos muestra diferente a las demás, pero con un mismo patrón de diseño interior como otra de la reseñada con fachada de piedra negra de naturaleza volcánica, agregándose en 1906 los anexos a la puerta de entrada por Pedro de Sotomayor.

                              A reglón siguiente, nos situamos frente a la vivienda del exCronista Oficial, Jaime Pérez García (1930-2009), a quien tributo gran admiración y respeto. Su memoria refleja una personalidad con proyección e inquietudes en auge y autoridad en el terreno de la investigación.

                              Es el puente tendido entre la inteligencia y lo espiritual, supo conjugar lo comedido con el buen humor para hacer grata la velada compartida. Me consta, que en cualquier instante se manifestó de manera espontánea la chispa de la genialidad y su genio en pro de la adquisición de nuestro pasado.

      Se mereció los nombramientos, otorgados a su persona, de Cronista en 1973 y de Hijo Predilecto en el 2000 por su ardua, rigurosa y detallada labor intelectual, que ha permitido conocer con mayor profundidad la historia insular y en especial de su ciudad natal, fortaleciendo de forma brillante los cimientos del acervo socio-cultural a partir de la centuria del XVI hasta nuestros días. En su haber se halla, también, los reconocimientos del Gobierno de la nación de la Cruz de la Orden del Mérito Civil en el 2000 y de la Real Sociedad la Cosmológica de Cosmólogo-socio de Honor en el 2009.

                              Este ilustre palmero que fue periodista, escritor, historiador y genealogista se convirtió en un referente y gran especialista en el mundo de la investigación por la senda de la Genealogía para dar a conocer a los curiosos e investigadores a Canarias, especialmente las distintas facetas muy bien historiadas de La Palma.

                              Finalizamos con el inmueble de Arce y Rojas, único con fachada en cantería de toba rojiza de finales del XVI, cuyo primer dueño fue el portugués José de Arce Rojas y Escobar, natural de la isla Terceira del archipiélago de las Azores. Transcurría el año de 1640 cuando llegó con la intención de establecerse. Aquí conoce a María de Rojas y Lima, con la que contrajo matrimonio en 1644.

                              El recién llegado se instala en un solar próximo al muelle, que se está describiendo, y levanta una casa al estilo nobiliario canario de aquella época, compuesta por una fachada de dos plantas, puerta adintelada con ancho marco molturado. La parte superior aparece enmarcada horizontalmente por parejas de pilastras sin capiteles.

                    El matrimonio Arce y Rojas gozó de un trato franco y conciliador por su dispensa entre los que demandaban su ayuda. Tuvieron tres hijos varones Juan, José y Luis. El segundo, José de Arce y Rojas (1651-1715), fue bautizado en la parroquia Matriz de El Salvador, según consta en su partida de bautizo. En la cercanía se halla un busto de bronce a su memoria como homenaje a su labor apostólica, siendo verdadero apóstol de la iglesia cristiana en la antigua provincia del Paraguay. Su nombre quedó grabado en la lista de mármol de los mártires del país suramericano, en Asunción. Fue hombre de gran espíritu, coraje y convicción que contribuyó a extender la cultura cristiana y a valorar al indígena mediante la defensa de sus valores humanos.

                              En la parte inferior del busto hay la inscripción siguiente: “Padre José de Arce y Rojas S.J. (1651-1715)”.

                              Una lápida de color oscuro (tonalidad gris), colocada en el suelo y en su cara anterior, nos relata la siguiente leyenda: “Hijos míos, muy amados / ¿por qué hacéis esto? – Tomaron el cadáver y lo maltrataron, lo ataron a una cruz y lo empujaron río abajo, era diciembre de 1715. Falleció martirizado un hombre docto de su tiempo, un palmero que entregó la vida por los demás durante 64 años, 45 dedicados a la vida religiosa en la Compañía de Jesús y 41 con las misiones paraguayas en defensa de los indios”.

                              Hacemos lo mismo con la lectura de una placa, visible en la pared de la fachada de su vivienda, que dice: “En esta casa nació el Padre José de Arce y Rojas S.J. el 8 de noviembre de 1651-1715. Apóstol del Paraguay 1492. V centenario – 1993 de la evangelización de esta isla – La parroquia del Salvador a su memoria. 30-5-1993”.

                              Por mandato del sargento mayor Arce Rojas y Escobar, regidor perpetuo, sobre una superficie de 102,83 metros cuadrados, con licencia del obispo diocesano Bartolomé García Jiménez (1618-1690) y expedida en Santa Cruz de Tenerife el 26 de febrero de 1674, la edificación de una ermita con la advocación de San Francisco Javier. Ha sido citada por Cámara y Murga en sus Sinodales.

                              El inmueble situado en el ala sur con acceso directo al patio de tal domicilio por carecer de sacristía, poseía una artística tribuna barroca de filigrana calada de muy buena talla, sostenida sobre dos canes antropocéfalos, segmentada en un par de órdenes de cuarterones, que se halla en la Real Sociedad La Cosmológica.

                              Bendecida por el licenciado Juan Pinto de Guisla, Beneficiado de la parroquial de El Salvador y Visitador General de la isla, tenía una puerta con arco de medio punto en su fachada, balcón y espadaña para una campana, además, dos pequeños huecos a ambos lados y de la misma característica constructiva de la entrada. El motivo de dicha capilla doméstica fue por sus dos hijos jesuitas, Juan y José.                                                                                                                                                                                     Un hermoso artesonado cubría la techumbre y se adquirieron para su veneración a San Francisco Javier, traída de Sevilla y colocada en la hornacina central de su primer retablo, atribuida su hechura al círculo de Pedro Roldán (1624-1699), San Ignacio de Loyola, Purísima Concepción, San José y un crucifijo con potencias de oro para la mano del primero, que se encuentra en Santo Domingo, como un retablo con el resto de imágenes en la sacristía. La efigie de mediano tamaño del fundador de la Compañía de Jesús, que está en el recinto Matriz es la otra pieza, conjuntamente con el lienzo en la otra ermita de San Telmo, cuya fiesta se celebraba en procesión claustral desde 1676.

                              Por las vicisitudes tenidas por el abandono llegó a un estado de ruina, que sus propietarios decidieron venderla, una vez desacralizada, a particulares. Aún se conserva el artesonado del techo y coro alto. Acondicionada para la exposición de venta de automóviles y farmacia, alarga su actividad comercial. Curiosamente albergó la imagen de Nuestra Señora de La Luz, mientras duraron las obras de construcción de la actual homóloga de San Telmo.    

           FUENTES CONSULTADAS:

     -Agenda cultural del excmo. ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma.

     -75 aniversario. Instituto Alonso Pérez Díaz. Santa Cruz de La Palma. 1932-2007. CajaCanarias. Obra social y cultural. 2007.

     -Biografía del Padre José de Arce y Rojas, S.J. (1651-1715). Miguel Ángel Martín González. Edita parroquia de El Salvador. Santa Cruz de La Palma. 1999.

     -El Bernegal. Blog. Domingo Cabrera Pérez.

     -Google Chrome.

     - Otras fuentes de información de archivos propios.

     -Conocimientos y vivencias personales.

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