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domingo, 3 de noviembre de 2013

LUCES Y SOMBRAS PARA UN ESPACIO NATURAL

                               La fascinación por la luz del artista, natural de Los Llanos de Aridane, Tomaso Hernández (1967), merece un elogio especial por la recreación maravillosa del risco de la Concepción.
                              Contemplando la fachada sur de la ciudad, todo el conjunto constituye un marco para una idea en el seno de un sueño y un objetivo de hacer partícipes de los beneficios del arte y de la durabilidad de la apuesta estética. A su vez, una manifestación de generosidad, disponibilidad y apoyo.
                              Debiera estar en esa lista de proyectos importantes que venciera la clásica indiferencia hacia lo que aquí nace y es disfrutado por todos. Lo que empieza como una gran iniciativa se convierta en una realidad permanente concebido como un regalo.
                              Se nos presenta como un modelo de lo que somos capaces de hacer en contacto con el resto del mundo en beneficio de nuestro espacio público doméstico. En medio de la noche nos sorprenderá la iluminación de un conjunto de oquedades en la montaña, despertando una expectante sensación y, así, se estará dando valor a un lugar insólito e inadvertido.

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