Es la aclamación unánime e institucional del Parlamento de
Canarias y, anteriormente, por otras instituciones gubernamentales palmeras,
entre ellas por el ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma y el Cabildo Insular.
Méritos, más que suficientes, poseen nuestras Fiestas Lustrales para ser
declaradas patrimonio inmaterial de la humanidad por la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO).
Existen muchas razones convincentes y fundamentales en el
respaldo histórico, social, religioso, tradicional, fervoroso… Desde su
fundación en 1676 resumen la piedad y estética de las solemnidades barrocas y
discurren en escenarios naturales y devocionales de extraordinario interés.
Cada lustro en su cuidada programación, completa en su diseño
artístico y con carácter nacional e internacional, perviven representaciones
del Siglo de Oro como el Carro Alegórico y Triunfal, las originales danzas y
desfiles en los meses de junio, julio y agosto.
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Tal petición constituye una aspiración popular con respecto a
los valores enunciados. El Senado ratifica el acuerdo tomado el 11 de febrero
del año en curso, martes, por nuestro primer ente parlamentario.
Su LXVIII edición comienza el 28 de junio del próximo año con
la izada de la Bandera mariana y la típica Romería del Trono. A partir del 6 de
julio se inicia la Semana Grande, culminando el día 11 con la llegada de la
sagrada imagen a la parroquia de La Encarnación y, así, celebrarse el domingo
siguiente la entrada a la ciudad, después del emotivo diálogo del barco y el
castillo, cuyo autor es el Cantor de Benahoare, Antonio Rodríguez López
(1836-1901), poeta, dramaturgo, periodista… escritor en definitiva,
representando el espíritu de un tiempo en que la Isla supo mirar más allá de la
línea azul del horizonte.
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