con sabor a mar y monte
desde la cumbre a la espuma.
Blanca estela, Sol radiante,
espigas y FE naciente
en el corazón humano.
Pan divino consagrado
es Cuerpo de Jesucristo,
Dios y hombre verdadero,
Redentor del mundo entero.
Hostia elevada a los cielos
con rayos de luz alumbras
en tan hermosa custodia,
podio del Rey de los reyes
y consuelo de los pobres.
Alza los brazos al Padre,
comida de salvación.
Con tu carne y con tu sangre
formamos un solo cuerpo,
partícipe del mismo pan.
Amor…, inmenso amor de Dios.
Santo…, que es Uno y que es Trino.
Rodillas en tierra caen
al paso de su Majestad.
Campanillas, flores, arcos,
tapices primaverales
y alegre solemnidad.
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