Virgen santa
marinera
en andas entronizada
de baldaquino dorado,
La Madre nuestra del
Carmen
recorre bello rincón
del barranco Maldonado
desde la cumbre a la espuma.
Florestas hadas te
adornan
en el Día ilusionadas,
melodiosa sinfonía
de bronce y roncos tambores.
Sones de dulces trompetas,
instrumentos celestiales,
desgranan notas de amor
para esos devotos fieles.
Grande algarabía
pregona
tan grandeza y poderío
de esta bendita Señora,
la venerada María.
Las banderas,
colgaduras…
son distintos pentagramas
combinando corazones
de gallardas tradiciones.
Ancestrales
sentimientos
confortan heroicos sueños,
singladura mar adentro,
promesas y bendiciones.
Coronada como Reina y Señora de todo lo creado, quinto misterio Gloriosos, por su divino Hijo en el Cielo. Alegría de nuestras vidas. Así sea.
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