A cada uno se le da los méritos alcanzados y merecidos,
aunque tengamos que lamentar su fallecimiento, como es el de nuestro paisano
Rubens Henríquez Hernández (1925-2017). Era arquitecto de profesión, habiendo estudiado
en Barcelona. Llegado a Canarias por el año 1951 ha ejercido su profesión con
una envidiable trayectoria en todo el ámbito territorial.
Merecedor del reconocimiento de Hijo Predilecto por Los
Llanos de Aridane, su ciudad natal. Sus facetas humanas, artísticas y sociales
conforman un paréntesis protocolario con grandes méritos, que le dieron el
impulso de alcanzar los éxitos que guarda como su prestigioso currículum.
Destacó por su ingente aportación y numerosos retos
conseguidos a la sociedad llanense como urbanista, técnico, representante de la
profesión, político y partícipe en la actividad legislativa.
El municipio da un gran abrazo a la historia y a su memoria se abre una página imborrable
en el transcurso del tiempo, como huella y testigo de futuras generaciones de
hombres y mujeres, en el buen quehacer de la siempre difícil tarea de compartir
lo mejor entre los demás.
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