fecha

 

domingo, 27 de agosto de 2017

EL CASTILLETE

Recreación histórica. Asociación de los Doce de Su Majestad
                              Es interesante referirnos por motivos históricos y patrimoniales a un baluarte, que sirvió para la defensa de Santa Cruz de La Palma, siendo parte del entramado ciudadano para dar a conocer su situación dentro de los intereses bélicos de sus enemigos, en medio de la ruta comercial de Indias.
                              Junto a otras edificaciones del mismo estilo, muchas de ellas ya desaparecidas por problemas urbanísticos o por el estado ruinoso de su estructura, se acentuó su permanencia y reconstrucción por la necesidad de la presencia de los corsarios o piratas, que acechaban constantemente nuestro litoral, o, también, por las relaciones hostiles surgidas con otros países europeos que no compartían nuestra hegemonía en ultramar. En muchas ocasiones incendiaron y saquearon palacios, iglesias, conventos, casas consistoriales, archivos… dejándonos huérfanos de algunos legajos de suma importancia. Al igual que las demás islas poseía una frágil organización en su organigrama, necesitado de estudio y reforma inmediata para los posibles instantes de proteger el puerto y sus alrededores. 
Primer castillo. 1590
                              La ubicación de la antigua fortificación con respecto al casco viejo y su proximidad de los últimos restos del recinto amurallado al Real Convento de la Inmaculada Concepción de la orden franciscana, así como su historia, la convierte en un elemento idóneo para su rehabilitación, ampliación y conversión en museo, según el borrador del plan especial de protección del casco, que propone una serie de actuaciones.
                              Conocido por el Real Castillo principal de Santa Catalina, que es la pieza más representativa de lo que fue la arquitectura militar durante el siglo XVI, es uno de los inmuebles de propiedad privada de la zona norte.
Puerta con puente de madera
                              Su primitiva cimentación y levantamiento, que se iniciaría el 25 de mayo de 1554, llegó a un estado calamitoso por las sucesivas abatidas del mar y avenidas del barranco del mismo nombre (Las Nieves), que por necesidad se sustituyó por el actual, más hacia el interior. Su ejecución se hizo gracias al sargento mayor Juan Franco de Medina y al capitán Miguel Tiburcio Rossell de Lugo, extendiéndose desde 1683 hasta 1692, prolongándose aún a 1701.
                              El actual es similar al inexistente de San Cristóbal de Santa Cruz de Tenerife, aunque algo más pequeño. Posee una planta cuadrada con cuatro baluartes triangulares a ambos extremos con los ángulos en punta de diamante y en su portada presenta un arco rebajado en el que figuran las armas reales.
Algunas dependencias interiores
                              Siguiendo su descripción se menciona en la parte opuesta al saliente una serie de dependencias como cárcel, barracones, casa para el castellano y la guarnición, almacenes y depósitos. Además, cuenta con un puente de madera sobre el foso en el muro occidental, situándose el amplio terraplén en el centro dominando el horizonte.
                              Los planos fueron elaborados por Leonardo Torriani (1560-1628) en 1585, Ingeniero militar italiano invitado a la corte del rey español Felipe II, que por medio de una Cédula Real, marzo de 1584, lo envía a La Palma con instrucciones de realizar un muelle y un torreón.
Frente al mar. Avenida Marítima
                              Entre otras anécdotas encontramos reflejada en sus anales la estancia en prisión del abogado, natural de Garafía, Anselmo Pérez de Brito (1728-1772), que llevó el pleito de los regidores perpetuos  y que nuestro ayuntamiento capitalino lo ha honrado con todo merecimiento y honores como de excelente patricio, cuyos restos mortales se hallan en la capilla de la Real Hermandad del Rosario, adjunta a la iglesia de Santo Domingo, perteneciente al cenobio conventual de San Miguel de las Victorias de la orden dominica.
                              El inmueble perteneció hasta 1950 al Ejército de Tierra y una vez deshabilitado fue vendido por decaer su uso y actividad por el resurgimiento de los nuevos acuartelamientos de El Fuerte en Breña Baja. Y, por último, se declaró Monumento Histórico Artístico, 22 de junio de 1951, saliendo en el BOE nº 184 del 3 de julio del mismo año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario