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domingo, 20 de enero de 2019

EL NAUFRAGIO DE LA QUISISANA

Motovelero La Quisisana. Varadero de Santa Cruz de La Palma
                              Esa lejanía en el ayer nos ha hecho cicatrizar la tragedia del motovelero la Quisisana, ocurrida un sábado, 13 de enero de 1951, que a todos los palmeros nos conmovió en los albores de una sociedad castigada por la necesidad económica precaria y de escasos medios de comunicación existentes entre los pueblos de La Palma o de otros lugares canarios, que comenzaban a despegar de las crisis impuestas por conflictos acentuados en la evolución del progreso social, cultural y político. En la mayor parte de la isla, sólo, existía el transporte marítimo a través de falúas, embarcaciones de cierta longitud y calado, construidas de madera, denominadas de cabotaje, puesto que no habían carreteras, prestaban dicho servicio con regularidad para llevar los artículos de primera necesidad. Las diferencias son abismales entre un pasado añorado y un presente renovado y con nuevas perspectivas.
                              Se difundía con énfasis de boca en boca y sencillamente hemos querido ralentizar para siempre la memoria de los que fueron convecinos del barrio de San Telmo, situado al sur de Santa Cruz de La Palma, a los pies de la Caldereta y frente a las azules aguas del océano Atlántico.
Santa Cruz de La Palma. Puerto
                              En su recuerdo se inauguró en 2001 un espacio y la Casa de la Cultura. La iniciativa se tomó a raíz de un artículo aparecido en el periódico EL DÍA de Tenerife, cuyo autor es José Melquiades López Mederos, que en ese entonces era presidente de la Real Sociedad La Cosmológica de la capital palmera.
                              Por motivo de la celebración de dicha efeméride, se acordó por unanimidad en el pleno de la Corporación municipal, celebrado el 5 de febrero de 2001, en reconocimiento del esfuerzo y del trabajo durísimo de unos hombres, que entendían muy bien consolidar la solidaridad y el bregar honrado.
A.C. Amigos Pintores de Las Breñas
                              El infortunio empezó en las primeras horas del día mencionado cuando la falúa inició el viaje hacia el norte con carga general, después de un largo paro a consecuencia del mal tiempo ocasionado por fenómenos meteorológicos adversos a sus propósitos de transporte. Desde la noche anterior se auguraba una mejoría en la mar y presumiblemente se decidieron a hacer la ruta hasta Garafía. Alrededor de las cinco horas, antes de pespuntar la jornada, en las inmediaciones del faro de Punta Cumplida el misterio de su desaparición se sumió en el más misterioso silencio. Parte de sus restos aparecieron como testigos del hundimiento frente a la costa de La Fajana, ambos sitios del municipio de Barlovento.
                              Las hipótesis surgieron inmediatamente con la resonancia debida al dolor e impotencia ante la desdicha humana. La resumo de la forma siguiente:
Fiestas del barrio de San Telmo 2018
                              -En el primer momento se pensó que el timonel se había dormido y sucedió lo inevitable en la oscuridad nocturna, chocando con la baja de Los Corchos, existente y peligrosa, en medio de los mencionados entes naturales descritos en las cartas de navegación.
                              -Otra pudo ser por avería mecánica del motor o medio de propulsión, quedándose a la deriva y arrastrado por el flujo de las olas o corrientes, debido a la cercanía del acantilado, sucumbieron como anteriormente hemos dicho.
                              -Y, con la esperanza de hallarlos con vida, se comentaba en el círculo de las tertulias de toda la isla, que pudieran estar refugiados en algún punto de Puntagorda.
                              El fatídico desenlace entristeció y vistió de luto la sociedad palmera, estableciéndose un vínculo con su historia, con el fin de que las nuevas generaciones puedan conocer uno de los episodios, que más marcaron a nuestra ciudad a mediado del pasado siglo XX.
Lista de las personas fallecidas
                              Tendría ocho años y medio cuando contemplaba desde la plaza de La Luz la llegada de los cinco cadáveres encontrados: Santiago J. Sánchez García, motorista; Buenaventura Díaz Fernández, marinero; Juan Felipe Toledo, marinero; Andrés Martín Brito, marinero y Gregorio García Medina, pasajero. Los otros cinco se consideraron desaparecidos: Hermenegildo Brito San Gil, patrón; José Miguel Rodríguez Pérez, marinero; Antonio Rodríguez Brito, marinero; Bernabé Rodríguez García, pasajero, e Hilaria Rodríguez Hernández, pasajera. Las tres personas en tránsito eran oriundas de Santo Domingo.
                              El proyecto de embellecimiento y renovación urbano de nuestra población, capital del color, ha rememorado a través de un mural el suceso lamentable, mediante fotos antiguas, pertenecientes a archivos documentales, realizado por un grupo de componentes de la Asociación Cultural Amigos Pintores de Las Breñas, completándolo con los nombres de los implicados en la desgracia.

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