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domingo, 23 de junio de 2019

MARTÍN CHIRINO UN MAESTRO DE LA FORJA

Conjunto de los ALISIOS
                              Me parece estar obligado con todo derecho a comparar a Martín Chirino López (1925-2019), grancanario de nacimiento, como un maestro de la forja, en realidad es así, ya que era un escultor que empleó principalmente el hierro y su obra se enmarca dentro del arte abstracto. Sus esculturas comprenden tanto la carencia de componentes narrativos como la riqueza formal y simbólica.
                              Su corazón comenzó a latir en un lugar enigmático y encantador de la ciudad de Las Palmas, playa de Las Canteras, en donde las salidas y puestas de sol es todo un espectáculo al fundirse en una sola pieza musical, armonía sintáctica, con el romper de las olas, inspiración de un forjador de ilusiones, sueños indeterminados, conjugando al unísono las noches de luna y conversar con el silencio e imaginación desenfrenada, creativa, fraguando ideas en nuevos proyectos.
                              Sus colecciones son ingentes en capacidad y amor a lo diseñado, siendo un intelectual del arte. Era un titán de la arena y del metal.
Junto al frente marítimo
                              Hoy en día, debido a una estrecha colaboración mantenida con La Palma, Santa Cruz de La Palma posee una obra suya de inmenso valor artístico y fundamental en el entorno urbanístico. Se trata del conjunto de los alisios.
                              Junto al frente marítimo del Real Castillo de Santa Catalina se halla la monumental estructura donada, en 1999, a la ciudad por el Colegio de Arquitectos. La acción del paso del tiempo y la cercanía al mar se ha oxidado y corroído de manera alarmante, que se tomó recientemente la decisión de restaurarla urgentemente. Está en su lugar, ya restituida, adecuado a la exposición en un espacio público.
                              Transcribo las palabras más destacadas, pronunciadas en la jornada de la restitución de la misma, que dicen: “Dentro de los alisios es de primera magnitud”. “Se tuvo que rehacer la escultura primitiva, dándole forma a su estado antiguo, para sanear el interior, reforzado y hacer un forro nuevo de la escultura de acero”. “Lo que se ha hecho es rehacer la escultura nueva sobre la original, que está dentro y se ha forrado para dejarla como estaba antes”.

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