Es un número popular en los grandes eventos anuales de Santa
Cruz de La Palma, formado por la comparsa de gigantes y cabezudos, que toman
las calles. Estamos ante uno de los motivos de fiesta más entrañables del
calendario de efemérides, tanto para los pequeños como para los mayores, que no
podemos dejar de sentirnos atraídos por la magia de estos personajes o
figurones, vinculados estrechamente al imaginario de nuestra ciudad.
Hablar de ellos, es hacerlo con mimo, ya que se convierten en
un trocito de nuestro propio corazón. El palmero se halla atado íntimamente con
el recuerdo de las tradiciones de su tierra, componentes de su memoria
histórica, que ha transcurrido en el tiempo, impregnando en su vida una huella
imborrable.
Se valora la tarea desempeñada por la Asociación Cultural Los
Mascarones, a la hora de mantener activa esta labor de festejos. Animo, desde
estas líneas, a no perder este multitudinario desfile, seguido por los acordes
musicales de bellos pasacalles y de la algarabía de asistentes.
La singular comitiva liderada por Biscuit, al frente de otros
muchos como la Luna de Valencia, las Mendozas, el Asmático, Blanca Nieves y los
siete enanitos, las brujas…, así, como el Médico Chino y el Liliputiense de
reciente creación, forman un magnífico conjunto.
Por lo que haya sido se han perdido muchísimas otras figuras,
que llegaron a ser el deleite en aquel entonces por La Naval y San Francisco.
El origen de los mismos se remonta a la Bajada de la Virgen, Nuestra Señora de
Las Nieves, Patrona de La Palma.
Se ha visto enriquecida en los últimos años con nuevas
aportaciones relevantes, unas son las anteriormente comentadas, y otras con la
novedad de coreografías y recuperación de viejas partituras de acompañamiento.
La razón nos infunde el deseo de denominarlos “Monstruos y
Colosos” de papelón o elementos de la “Ilustración Palmera” plasmada en papel,
cartón y colores. Un mundo de luz, ilusión y esperanza de ver una vida llena de
pompas de jabón, bailando al ritmo de nuestras almas, en el admirable país de
las Maravillas, en donde nuestros cuerpos flotarían y se volatizarían por arte
de magia a través del ingenio del Mago de Oz.
Son inventivas, que nos trasplantan a una patente realidad en
las redes sociales, reflejando el sentir de un pueblo que quiere extender los
dominios de la imaginación y creatividad. Son algunos pocos protagonistas de
distintas vivencias que, tras propagarse oralmente, hacen que nos sintamos
parte fundamental de un gran relato.
Además, destacamos la importancia que han tenido en el Corpus
Christi. Ellos dan la nota irónica y, a la vez, lúdica a la fiesta local con el
estilo oriundo y caracterizado, resultando imprescindibles. Sin lugar a duda,
acabamos manifestando que son el germen de los inigualables enanos. Según el
cronista oficial, Manuel Poggio Capote, aparece documentado desde 1814. En los
actos organizados por la restauración del reinado del rey absolutista, Fernando
VII, y un año más tarde se refleja su no participación en las Fiestas
Lustrales.
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