SANTA CRUZ DE LA PALMA: RINCONES CON NOMBRE (XVIII)

                               PLAZA DE LA CANDELARIA: Con el sosiego que nos tranquiliza la cercanía y, al mismo tiempo, la lejanía de la ciudad en un lugar maravilloso, muy bello entre el monte y la sinuosidad de la costa, como lo es el pago de Mirca y su entorno. Constituye todo esto un pequeño remanso de paz para meditar y, por lo tanto, para entregarse al placer del susurro de las brisas, resbalando por la suave pendiente de la planicie hasta el acantilado, para así conseguir un silencio prolongado durante algún momento de nuestra estancia, acotada por la prisa de seguir el camino, que se mece en observación y éxtasis de nuestras miradas fugitivas destilando ideas gota a gota como el fresco bernegal, que se ofrece como instrumento reparador de nosotros mismos.

                              Después de ascender hasta el punto de referencia de este trabajo de campo, historiado con todos los detalles minuciosamente pretendidos, pasando frente al mirador del Barranco del Carmen, del Estadio Virgen de Las Nieves de la Sociedad Deportiva Tenisca y de varios caseríos llegamos a Candelaria, situado en las periferias de la capital, zona norte del municipio, limitando con Puntallana por el Barranco Seco.

                    En el barrio se pueden distinguir diversas entidades de población, conocidas antiguamente por caseríos: Candelaria, donde se encuentra el núcleo principal con su ermita en honor a la Virgen titular; El Dorador y el Lomo de los Gomeros en la zona alta; Miranda en la parte central y la Barriada junto a la carretera del norte (LP-1).

                              Llegado a este punto kilométrico se inicia el acceso al Roque de los Muchachos, siendo una de las entradas al importante complejo del Observatorio Astronómico de La Palma.

                              Su actividad física se invierte en lo social y cultural, entre otras muchas, centrándose en un equipo de lucha canaria, denominado Club de Lucha Candelaria y en una casa de cultura con su correspondiente asociación de vecinos.

                              En su perímetro convencional se halla dicha edificación religiosa consagrada a la Virgen de Candelaria, San Andrés, patrono del fundador, y San Bernabé. La construcción sacra fue erigida por el maestre de campo Andrés Maldonado, alguacil mayor de la isla, en una hacienda de viña.

                              En 1977 fue convertida en parroquia y en los años siguientes, 1978-1981, se llevó a cabo su reconstrucción, a la que se debe buena parte de su aspecto actual. Por entonces, se elevaron las paredes perimetrales, el coro alto y una nueva espadaña.

                              Dentro, además de la imagen mariana, talla policromada del primer tercio del siglo XVII, son dignos de mención los óleos de los apóstoles mencionados.