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domingo, 3 de abril de 2022

SANTA CRUZ DE LA PALMA: RINCONES CON NOMBRE (XXXI)

          AVENIDA MARÍTIMATiene mucho que ofrecer. Las vistas al océano que con suerte en un día despejado podremos observar en el horizonte el Teide, el mar rompiendo contra la escollera de la playa nueva, las llamativas casas de colores y balcones típicos, restaurantes, tiendas, oficina de información turística… Muy bulliciosa en horario comercial, pero de noche bajo la tenue luz de las farolas se convierte en un lugar tranquilo de paseo.

                              Mirando las siluetas de las islas de Tenerife y La Gomera en un día cualquiera del año, comenzamos el recorrido desde la plaza de la Constitución, que está presidida por la Oficina de Información Turística, como la Casa de Cristal, reciente construcción, singularizada por su luminosidad y por su respetuosa convivencia con las especies vegetales que se hallan en su interior y a su alrededor. Luce su nueva fisonomía de urbanización del tramo comprendido entre el entorno del Cabildo y la homónima de El Puente. Remodelación que comenzó en mayo de 2019 y transformó la principal vía, tras sesenta años, de igual manera.

         Los trabajos que se incluyen en la nueva partida tienen que ver con la red de fibra óptica, saneamiento, fontanería, el alumbrado público, el malecón de la playa, el sistema de soterramiento de los contenedores de residuos sólidos y la muralla histórica de la cuidada y fortificada ciudad, localizada durante las obras.

          El proyecto, en la referida fase, ha supuesto la urbanización y reordenación, que ha consistido en la reestructuración del sistema viario, que pasa a tener un solo carril en cada sentido. Se mantiene el tráfico rodado para facilitar el acceso a la sede del Cabildo, se aumentan los espacios libres vinculados al nuevo frente marítimo. Asimismo, se ha acondicionado un carril bici. Las aceras y la calzada están al mismo nivel.

          Con notable satisfacción se recibe la concesión de una subvención para acometer una segunda fase de actuaciones de mejora. Financiará el proyecto en cuestión de urbanización del plan director de la Zona Comercial abierta de Santa Cruz de La Palma, fase 2, que comprende desde la intersección del acceso a El Puente, hasta las inmediaciones de la calle Tedote, contemplando así la nueva situación urbana originada por la playa con su necesaria vinculación al mencionado borrador.

        Esta nueva inversión del Ejecutivo regional incluye obras de mejora y remodelación del frente litoral, para el uso y disfrute de la población residente, así como de quienes visitan la capital, convirtiéndose en un aliciente añadido para la reactivación socioeconómica.

                              Lo primero que encontramos, junto a la plazoleta del muelle y al césped con la casa de Obras del Puerto y un pequeño parque infantil, es las sedes de administraciones públicas del Excmo. Cabildo Insular de La Palma y la Dirección Insular de la Administración General del Estado.

      Durante, algún tiempo, como vía de tránsito entre el sur y norte, que hoy se hace por la de circunvalación, se llamó avenida Blas Pérez González (1898-1978) en su honor, hasta que  el ayuntamiento decidió recuperar el nombre anterior. En su ciudad natal, hasta recientemente, existía una glorieta con su nombre en la entrada del puerto, donde existía un pequeño busto de bronce de él y una placa en el piso de la acera, del mismo metal, con el Km 0. La efigie fue retirada en 2016. Otros pueblos han denominado a algunas calles en su recuerdo.

                              El jurista que en septiembre de 1942 fue nombrado ministro de la Gobernación, fue uno de los treinta y cinco altos cargos del franquismo imputado por la Audiencia Nacional en el sumario instruido por Baltasar Garzón Real (1955), por los delitos de detención ilegal y crímenes contra la humanidad cometidos durante la Guerra Civil española y en los primeros años del régimen, y que no fueron procesados al comprobarse su fallecimiento.

     Dejando atrás el antiguo Parador Nacional, Red de paradores nacionales, desde hace tiempo es un edificio que no cumple la misión a la que fue construido por la posterior puesta en marcha del existente en Breña Baja, hoy es un edificio de labores públicas, entonces, nos acercamos a Los típicos balcones admirados en sus libros por los distintos viajeros que visitaron la isla en el siglo XIX, pintados a plumilla, al óleo y a la acuarela por artistas locales y fotografiados por toda clase de profesionales y retratistas amateurs, los balcones de madera constituyen el mejor conjunto de saledizos conservado en Canarias. Su peculiaridad viene dada, generalmente, por las distintas tipologías de balcón que se reúnen en tan corto espacio, y, de manera especial, por la cantidad y calidad de los llamados balcones dobles, de influencia lusitana, que recuerdan las adufas portuguesas. Se trata, en realidad, de un recurso ideado para la ventilación de las viviendas de dos o más plantas de la calle principal, O´Daly (Real) y Pérez de Brito, por su parte trasera, el lado de la marina o naciente, desde donde los moradores gozaban de la acción de los vientos alisios inferiores, frescos y húmedos, de dirección norte o noreste. Muchos de ellos cuentan en los extremos con un tablero de cubrición donde se alojaban los escusados o retretes, cuyas aguas fecales caían a la calle para desembocar en la orilla del mar.

                              Realmente, frente al mar, son exclusivos de la Palma. Las casas tienen el esquema portugués, estrechas y altas, y sus balcones cubiertos de celosías, conocido como balcón de ajimeces, tiene origen árabe y forma de caja cerrada.

                              Siguiendo la ruta hacia el final de la misma, hacemos una pausa a la altura de la subida a Baltasar Martín para contar un hecho luctuoso ocurrido en un inmueble, nº 42, situado en ese tramo.

           Nos remontamos al martes o viernes, 2 de febrero o julio de 1717, según nos lo indican dos cronistas la fecha de tal suceso, día en que se había cometido el asesinato del joven comerciante Carlos Cart Fernández (¿?-1717) a manos de Juan Massieu de Vandale y Monteverde (1671-1739), capitán de infantería, como consecuencia de un enfrentamiento a espada motivado por los amores mantenidos entre el fallecido y la esposa del capitán, Petronila Paula Fonte y Lordelo, quien, para evitar la acción de la justicia, se refugió el mismo día en el convento franciscano, cercano a su domicilio, recluido por un tiempo superior a veinte años, según beneficio otorgado por la iglesia en ese entonces, para eludir su detención en condición de protegido.

                              Después, de seis años, tras esos muros de dicha edificación religiosa, sin poder salir a la calle, ni regresar a su domicilio, para alejar complicaciones de apresamiento, el citado militar solicitó a los rectores regulares le permitiesen unos favores a su costa, que serían recompensados, entre ellos levantar una habitación en el aire de la casa de la Misericordia, es decir, en la parte alta, ya que tenía que estar en su celda.

      Nos hallamos ante un amplio e interesante repertorio de acontecimientos históricos, que han dejado tras de sí, huellas en el Patrimonio Histórico ya sea de forma material o inmaterial. Estos Bienes Patrimoniales conservados nos proporcionan un ámbito destacable para el encuentro con el relato histórico. Es el caso de la red de castillos, que podemos localizar. Estos son algunos de los grandes baluartes, que unidos a baterías costeras, guarniciones y otras infraestructuras… tenían el encargo de defender la isla hasta el siglo XIX y principios del XX de ataques piráticos o de misiones de invasión por parte de potencias colonizadoras, que buscaban la posición geoestratégica de las Canarias.

                              Después de varias décadas, Santa Cruz de La Palma parece que vuelve a reencontrarse con el mar. En cierta manera, esta relación se vio interrumpida por la construcción en 1949 de la avenida en cuestión e inaugurada en 1951, siendo ministro de la Gobernación el ya nombrado ilustre palmero Blas Pérez González, una amplia vía dedicada fundamentalmente al tráfico rodado, o las sucesivas ampliaciones del puerto, que alejaron esta población del contacto directo de las aguas azules oceánicas. Sin embargo, en los últimos años, la conversión del dique portuario en un muelle de pasajeros y turístico, la construcción de una dársena deportiva y una marina comercial, o las obras para la protección del núcleo urbano, que ha conllevado la configuración de una playa.

                              Es a mediado del XVI y, tras pagar un alto precio, cuando toma conciencia de su débil situación defensiva en su frente marítimo, que engendra la realización de una serie de infraestructuras militares que prolongarán hasta mediados del XX. La ciudad pasa, durante el XVIII, al levantamiento de una muralla que unía sus tres baterías del XVI con los castillos de San Miguel del Puerto y de Santa Catalina de Alejandría, que cerraban, de esta manera, el litoral. Paralelo a las viviendas, tras este parapeto defensivo, se desarrolla el espacio conocido como calle La Marina.

    El pasado 2020, fue abierto el nuevo tramo y la calle trasera hasta el Cabildo, observándose fácilmente unas líneas y arcos de diferentes materiales que al resto utilizado en forma de adoquines negros. La respuesta es clara, las antiguas fortificaciones. En la primera localización, se señaló la antigua muralla defensiva del castillo o Torre de San Miguel, desaparecida en 1897 y los restos del baluarte de Santa María de Saboya; la de San Pedro o Los Clérigos, situada en el extremo norte de El Puente; San Felipe o Méndez, entre Tedote y callejón de los Reyes y el Real Castillo de Santa Catalina. El primer reducto fue levantado en 1559, mientras, los dos últimos en 1573, habiendo desaparecido la mayoría en 1949 por la circunstancia redactada anteriormente.

                              Una Real Cédula del 15 de marzo de 1528, concedida por el emperador Carlos V, autorizaba al Cabildo para repartir entre los vecinos la cantidad que pareciere necesaria para los gastos de fortificación y marcaba el año inicial de la construcción de la segunda fortaleza de la isla de La Palma, el castillo principal.

     La obra actual fue levantada tras la desaparición del primer reducto, más cercano al barranco de Las Nieves, que se finalizó el 26 de mayo de 1554, también, cercano al puerto, donde y cuando en 1553 habían desembarcado los piratas hugonotes al mando de François Le Clerc (¿?-1563), conocido por Pata de Palo, por la zona de Maldonado, incendiando y saqueando la Villa, acarreando grandes pérdidas en edificios de altos valores arquitectónicos religiosos y civiles con destrucción de archivos, bibliotecas, imágenes de culto, ornamentación, etc. No cabe la menor duda, que fue el motivo por lo que se llevaron a cabo la ejecución de varias fortificaciones, siendo de una plataforma con una torre circular, que fue abatida por una embestida de mar, idea de Cepeda, por entonces regidor del Cabildo palmero. La única de la época de Los Austrias, cuya estructura sirvió como ejemplo de las que se construyeron en el Nuevo Mundo.

                              Hemos llegado a un punto de concretar la construcción de la nueva fortaleza, grande en historia y que se ha convertido en los últimos años en referencia histórica y cultural, siendo reseña a tener en cuenta cuando se visite la capital. En su interior un pequeño museo que muestra el pasado glorioso de la que fuera por entonces puerta de América y de todas aquellas personas, que lo hicieron posible.

         Carlos V, en 1585, autorizó al ingeniero, arquitecto e historiador italiano Leonardo Torriani (1560-1628), que, además, fue geógrafo y cartógrafo militar a proyectar el trazado del nuevo baluarte defensivo, que repelió los ataques de corsarios y piratas, que asediaban el archipiélago. Formaba parte del cinturón protector de la ciudad. En su jardín, junto a la avenida, se halla la escultura restaurada del artista grancanario, Martín Chirino López (1925-2019), alusiva a los vientos alisios, titulada EL ALISIO.

                              El castillo diseñado fue similar al de San Cristóbal, en Santa Cruz de Tenerife, aunque de menores proporciones. Su planta era cuadrada, con cuatro baluartes de punta de diamante en los ángulos. En el frente que daba al mar se hizo un terraplén, mientras que en la otra mitad se situaron dependencias, tales como almacenes, depósitos y barracones para la tropa. Las obras comenzaron alrededor de 1685 y finalizaron siete años después, en 1692.

                              Por lo que respecta a la artillería, contaba a mediados del XVI con un número variado de piezas, que sufrió modificaciones en traslados y posiciones en otros reductos del litoral. El 31 de agosto de 1588 Felipe II expidió una Real Cédula en virtud de la cual se ordenaba al Cabildo el mayor cuidado en la conservación, reparo y aumento de la artillería.

                              La actual configuración fue realizada entre 1676 y1701, tipo fortaleza que incorpora las propuestas renacentistas de la ciencia militar italiana del XVI, de gran repercusión en Canarias y en América. Cuenta con amplio terraplén, con cuarto de armas, calabozos, polvorín, almacén, casa para el castellano y la guarnición y puente de madera sobre el foso. Estuvo en funcionamiento militar hasta 1808 y fue utilizado como prisión y como cuartel.

           Desde hace algunas décadas se le ha dado uso de recinto ferial y de actos conmemorativos civiles, tradicionales, populares y políticos, acuerdo tomado entre la familia propietaria y los  responsables municipales, para celebrar en sus dependencias ferias de artesanía, festivales folclóricos a nivel insular, recreaciones históricas con la agrupación de Los Doce de Su Majestad e invitados de la Gesta del 25 de Julio de Tenerife, observaciones astronómicas por asociaciones de aficionados a tales menesteres de estudio y admiración del cielo, mítines electorales y presentación de candidaturas a los distintos puestos de ocupación política local, regional y parlamentaria nacional e internacional, etc. Todo lo dicho está relacionado con las fiestas Lustrales, con episodio de defensa y victorias sobre invasiones de corsarios y piratas, de la Noche de las Estrellas, convocatorias electorales… Además, se le ha asignado otro uso para disfrute turístico de visitas con un horario determinado de apertura y cierre.

                              Resaltamos la sensibilidad con la conservación del patrimonio, que debemos tener presente para alzar la idea, no solo se abra al público, sino también que sea disfrutado por los ciudadanos y que se divulgue su historia. Es uno de los edificios históricos más emblemáticos y el principal exponente de fortificación defensiva de la isla.

                              No sólo hay que abrirlo, tiene que haber una labor de divulgación, para que la gente conozca su trayectoria en el tiempo, desde sus orígenes hasta nuestros días, que el recinto forme parte protagonista de una ruta de fortificaciones. Es algo nuestro y precisa que se le puede dar un uso, tanto en la población, en las personas que lo podemos disfrutar, como turístico para dinamizar lo urbano, puede ser un punto más de atracción. La actuación en la integración de la mejora del frente marítimo es tan importante para causar el menor impacto visual posible.

          FUENTES CONSULTADAS:

     -EL BERNEGAL. Blog. Domingo Cabrera Pérez.

     -GOOGLE Chrome.

     -Otros DOCUMENTOS y PROCEDENCIAS.

     -CONOCIMIENTOS y VIVENCIAS personales.

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