Un viaje en el tiempo a través de una de las joyas que se
conserva en los archivos bibliotecarios de la Real Sociedad La Cosmológica, un
lugar que parece congelar los años y nos brinda la posibilidad de navegar al
pasado para conocer nuestra propia identidad. El 7 de septiembre de 1911 salió
a la vida pública “El Dictamen”, un periódico con un espíritu reivindicativo
como prensa defensora de los derechos de La Palma y de las islas menores, tal y
como se lee en su primer número bajo el nombre. Se publicó en esta ciudad con
carácter semanal, los jueves. La suscripción tenía entonces un coste de una
peseta al mes para los lectores locales y a 3,25 ptas. el trimestre para las
suscripciones en península y el extranjero. La redacción se encontraba en el nº
10 de la calle Díaz Pimienta y la administración estaba en el nº 13 de esta
calle.
La lectura del mismo en pleno siglo XXI nos regala la
oportunidad de conocer las situaciones de las islas menores en aquellos
primeros años del XX.
Se recogía, entre otras concesiones, un Cabildo Insular, una
Delegación del Gobierno Civil, una Oficina auxiliar de Obras Públicas, una
Oficina auxiliar del distrito forestal… A pesar de todo ello, La Palma pedía
más, una independencia económica para su gestión administrativa.
Por último, hallamos una presencia constante de las rutas de
barcos de vapor, siendo destacada esta circunstancia que nos devuelve a
aquellos días, sobresaliendo una en concreto, en el que se anuncia la salida
del vapor Manuel Calvo el martes, 19 de septiembre de 1911.
El anuncio nos dibuja una realidad de pobreza extrema, donde
son las personas más pobres las que necesitan embarcar para huir de esa
situación de miseria y hambruna hasta un punto completamente desolador.
Discurre paralela a O´Daly, primera parte de Pérez de Brito y
avenida Marítima como arterias principales, con un trazado semejante a ciudades
portuguesas de la Macaronesia, al igual que Funchal, siguiendo la línea de
costa o litoral marítimo.
Partimos desde la placeta de Borrero y nos recreamos en lo
recóndito del sitio, haciendo malabarismo con el pensamiento en un marco y
ambiente de ocio, que invita a pasar un rato contemplando la belleza de los
balcones y ventanas decoradas con flores, asumiendo un sueño reparador, lleno
de tipismo y melancolía para seguir y quedar en la esencia del olor de incienso
del que fue el recorrido procesional del Señor de la Piedra Fría, cuando en el
antaño, no muy lejano, comenzaba para sumarse a los demás Misterios evangélicos
de Semana Santa.
Llegamos a la plaza de Vandale y observamos, en el centro, la
escultura Lo Divino con una placa de bronce, en su cara delantera, que dice:
“Lo Divino. 1947-1997. Alma y voz. LA NAVIDAD PALMERA”. Es obra de bronce del
escultor local Francisco Concepción Rodríguez (1965) que rinde homenaje a las
agrupaciones navideñas de cuerda y voz que, aún hoy, recorren de madrugada la
ciudad durante los nueve días anteriores a la Pascua de Navidad.
Llegamos al nº 24, para estar delante de la vivienda de
Guillermo Sautier Casaseca (1910-1980). Fue un popular escritor español de
guiones radiofónicos y novelas entre 1958 y 1978. Recibió tres Premios Ondas
nacionales de Radio, en 1954 y 1967 como mejor autor y en 1969 como mejor
director.
La Palma cuenta, desde hace más de un siglo con una estrella
de las ondas hertzianas. El escritor palmero está considerado como uno de los
guionistas más importante de la radiodifusión española.
“No vino mucho a La Palma, pero siempre aludía con orgullo a
su lugar de nacimiento”. En 2010, en el centenario de su nacimiento, el Cabildo
Insular de La Palma le colocó una placa de bronce en la fachada de la que fue
su vivienda familiar hasta su juventud, que dice:
EL CABILDO DE LA PALMA
A
GUILLERMO SAUTIER CASASECA
“ESCRITOR RADIOFÓNICO MÁS FECUNDO DEL
MUNDO”
DISTINGUIDO TRES VECES CON EL PREMIO ONDA
QUE NACIÓ EN ESTE SITIO
EL 24 DE JUNIO DE 1910
EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
Cruzamos la avenida El Puente y nos plantamos delante del
caserón, nº 23, en el que muchísimas décadas estuvo el Club Deportivo
Mensajero, que compite en categoría nacional y tiene el patronazgo de la Virgen
del Rosario por haber sido fundado en el barrio de San Telmo.
Franqueamos las fachadas 30 y 32, siendo, la primera, fruto
de la reconstrucción que desde cimiento realizó Antonio Ignacio Pinto de Guisla
tras un incendio, que la redujo en cenizas el mismo día en que Nuestra Señora
de Las Nieves subía a su Real Santuario, al término de la Bajada Lustral de
1770. Es popularmente conocida por Casa Cabrera Martín o Aucona.
La otra, Casa Massieu, que hace esquina con el Callejón del
Concejo, fue reconstruida en su interior como sede de CajaCanarias, debido al
pavoroso incendio en la noche del sábado, del 5 al 6 de enero de 1990,
festividad de los Reyes Magos.
EN ESTA CASA VIVIÓ
D. ELÍAS SANTOS ABREU
1856-1937
MÉDICO Y GALARDONADO ENTOMÓLOGO
MÚSICO
EN RECONOCIMIENTO A SU EXTRAORDINARIA
LABOR
EN FAVOR DE LAS FIESTAS LUSTRALES
DE SANTA CRUZ DE LA PALMA
CONTINUADA POR SUS DESCENDIENTES
LA ESCUELA
MUNICIPAL 4 DE JULIO DE 1895
DE TEATRO CENTENARIO DE SU
DE S.C. DE LA PALMA “DANZA DE LAS MARIPOSAS”
Dando unos pasos para orientarnos al nº 33, teniendo a la
espalda la Casa Consistorial, recuerdo la ubicación de la Sociedad Urceolo Obrero, que
suscitaba libertad de pensamiento literario social con veladas a cargo de
eminentes oradores. Su ausencia se marca en la entrada de la segunda mitad de
la centuria pasada (s. XX).
Apresurando el itinerario hacia el nº 54, más allá de la
arteria El Apurón, en las inmediaciones de Blas Simón, el pasado nos abre las
páginas de lo que es el epílogo del devenir y transformación de nuestro pueblo
con olor añejo. Se trata del desaparecido Instituto de Enseñanza Media de Santa
Cruz de La Palma, hoy conocido por Instituto de Enseñanza Secundaria Alonso
Pérez Díaz. Se trataba de un edificio rectangular y de porte austero que, en
armonía con la reciedumbre arquitectónica de las casas de Salazar y Sotomayor,
configuraban un conjunto sociocultural equilibrado para engrandecer y
dignificar la ciudad.
Siguiendo los números pares, la nº 62 es la de José García
Carballo, fabricada hacia 1811, regidor del ayuntamiento y destacado
representante del liberalismo, siendo su vivienda expresión de esa
modernización política y cultural. Es una de las primeras construcciones
neoclásicas proyectadas por el presbítero y arquitecto Joaquín Martín de Justa
(1784-1842) y firme representante del academicismo de lo anteriormente
mencionado. Es un clásico diseño de líneas o trazados curvos y triangulares en
ventanas de manera alternantes y balcones con tejados y balaustradas vegetal de
origen tradicional con huecos simétricos.
Para dar término, encontramos, junto a la plazoleta del
muelle, plaza de la Constitución, el sitio del césped con la casa de Obras del
Puerto, al centro, y un pequeño parque infantil, Cabildo Insular y Dirección
Insular de la Administración General del Estado.
En la parte inferior del busto hay la inscripción: “Padre
José de Arce y Rojas S.J. (1651-1715)”.
Una lápida de mármol de tonalidad oscura, colocada en el
suelo y en su cara anterior, está escrito:
“HIJOS MÍOS, MUY AMADOS
¿POR QUÉ HACÉIS ESTO?
Tomaron el cadáver y lo maltrataron, lo ataron a una cruz y
lo empujaron río abajo, era diciembre de 1715. Falleció martirizado un hombre
docto de su tiempo, un palmero, que entregó la vida por los demás durante 64
años, 45 dedicados a la vida religiosa en la Compañía de Jesús y 41 con las
misiones paraguayas en defensa de los indios”.
Los comentarios circulaban de boca en boca por la novedad
surgida. Eran galos de extrema derecha dirigido por el general Raoul Salan, un
grupo creado en 1961 tras el intento de golpe de Estado llevado a cabo por
Maurice Challe, André Zeller y Edmond Jouhaud.
Durante ese tiempo convivimos con ellos. La corta estancia
del coronel Antoine Argoud, que huyó el 22 de febrero de 1962, nos sorprendió a
la mañana siguiente. Se especuló con su huida, pensando que se había evadido a
bordo de un submarino o como pasajero en el buque Plus Ultra de la
Trasmediterránea, en la noche anterior.
Los estudios y eventos realizados para dar por finalizados una revitalización en nuestro elenco insular es un objetivo primordial. La aceptación de lo transmitido como fuente fundamental en pro de la Historia contemporánea, permitieron que, ya fuese por historiadores contemporáneos o de la comunicación, se multiplicasen a través de numerosos testimonios y generaciones, en muchos casos no fueron más que un catálogo de sugerencias.
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