SANTA CRUZ DE LA PALMA: RINCONES CON NOMBRE (XLIII)

          MIRADOR BARRANCO DEL CARMEN: Nos hallamos en el punto kilométrico 3.7 de la carretera LP-1, quedándonos prendido de una maravillosa vista panorámica. Estando en él experimentamos una transformación extraordinaria al contemplar la inmensidad del océano. Permite tener espectaculares vistas del cielo Este y Sur. Su temática versa sobre la antigua visión mitológica de los mares, al pasado religioso de los habitantes de Canarias y sobre el vínculo de la estrella Canopus, lucero principal del Navío Argos. Se plasman, además, cuatro planisferios, que facilitan reconocer las constelaciones celestes.

                              La particular geografía de La Palma ha favorecido la posibilidad de disfrutar de vistas maravillosas desde numerosos miradores, tanto naturales, como diseñados por la mano del hombre.

                              Este mirador nos atrapa y acapara nuestra atención para descubrir la escultura titulada “El Orador”, ubicada en un lado del mismo, cuya autora es Pilar Gutiérrez Salamanca “PeGé”.

    Cuando comencé a preparar esta referencia, pensé que sería fácil, pero resultó ser una tarea entretenida, porque en la isla bonita hay más de treinta puntos de observación señalados con esa intención.

                              La Palma, cuenta con una red de dieciséis miradores astronómicos en emplazamientos estratégicos para la observación del cielo. Cada uno de ellos está equipado con paneles interpretativos sobre temas referentes a la Astronomía, como el conocimiento de La Luna, el estudio de las principales constelaciones y la estrella Polar, La Ley de la bóveda estelar…, entre otros. Un proyecto desarrollado por el Patronato de Turismo de La Palma, con el fin de consolidar la isla como destino de astroturismo, que dio comienzo en 2010 con la inauguración de los dos primeros: El Llano de las Ventas y El Llano del Jable.

                              Consiste en un coqueto lugar rodeado de espectaculares vistas de Santa Cruz de La Palma y, al mismo tiempo, es impresionante la contemplación nocturna de las estrellas.