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domingo, 19 de febrero de 2023

ENTREVISTA AL PAPA FRANCISCO

             Es genial comentar, dar a conocer con toda claridad, lo que nuestro Santo Padre manifestó en esa entrevista concedida a una revista misional africana (Mundo Negro), que no se malinterprete su mensaje de Amor: “Hay que ir a los pueblos, no a las ideas”. “África es original…”. Dos días antes de cumplir 86 años, el papa Francisco recibe a Mundo Negro en la biblioteca privada del Palacio Apostólico. A continuación, propone sin demora la conversación. “Pregunten lo que quieran”. Dialogó 35 minutos en medio de su agenda matinal.

                              Se hizo jesuita entre otras cosas para ir como misionero a Japón. Creo que sí, así siempre, le interesaron las periferias. Miraba las periferias desde adentro, no solo, porque le interesasen intelectualmente, sino para ir más allá de las fronteras.

        “De los misioneros lo que más me sorprende es la capacidad de meterse en la tierra y respetar las culturas y ayudarlas a que se desarrollen. No desenraizan a la gente, al contrario […], constato que la Misión católica no es proselitista, sino que anuncia el Evangelio, según la cultura de cada lugar. Lo católico es eso, respetar las culturas. No hay una cultura católica como tal, si un pensamiento católico, pero en lo católico se enraízan cada una de las culturas, y eso ya en la misma acción del Espíritu Santo en la mañana de Pentecostés […]. Lo católico no tiene uniformidad, tiene armonía, la armonía de las diferencias. Y esa armonía lo hace el Espíritu Santo. Un misionero va, respeta lo que se encuentra en cada lugar y ayuda a que se cree la armonía, pero no hace proselitismo ideológico o religioso, ni, mucho menos, colonialismo […], pero el misionero tiene que estar para respetar la cultura de su pueblo, vivir con esa cultura y llevar adelante su trabajo”.

                              Recordando el Concilio Vaticano II, del que se cumplen 60 aniversarios, supuso un pistoletazo de salida misionera notable. Tantas cosas en la Iglesia han dado un giro increíble, que parece extraordinariamente prudencial. En la parte misionera, lo que dijimos anteriormente son testimonios vigentes con cierto matiz de credibilidad actual. La fe se incultura y el Evangelio toma la cultura de su pueblo, se da una evangelización de la cultura.

 “Cuando hablo de evangelización de la cultura, no hablo del reduccionismo de la cultura, ni de ideologizar las culturas, ni todo eso que es una tentación seria actualmente, sino hablo de evangelizar, de anunciar y nada más, con mucho respeto. Por eso, el pecado más grave que puede tener un misionero es el proselitismo. Lo católico no es proselitista”.

                              En otro momento de la entrevista indicó la importancia que tienen las congregaciones, en cuyo carisma se subraya el anuncio explícito del Evangelio: “Son los que llevan adelante el anuncio de que el Señor está vivo […]. Delante de otras opciones lícitas y buenas, el misionero que vaya a anunciar el Evangelio hace algo grande, y lo hace con trabajos […]”.

                              “Hoy en día hay una conciencia del diálogo mucho más grande, y la persona que no sabe dialogar no madura, no crece y será incapaz de dejar algo a la sociedad. El diálogo es clave”.

       Las vicisitudes fue un motivo de preocupación para él, por la serie de circunstancias habidas durante algún tiempo, que dio por conclusión el siguiente razonamiento, yo diría una simple observación, la Misión está experimentando una transformación desde el punto de vista humano.

                              “Por la estadística, a pesar de que traiciona muchas veces. Las estadísticas sirven, pero no hay que poner la esperanza en ellas. Me pregunto en quién pongo mi esperanza, y eso se lo pregunto a todos. ¿En quién ponéis la esperanza?, ¿en la organización?, ¿en la capacidad sociológica de convocar?, ¿o en la fuerza del Evangelio?”.

                              A Francisco no le preocupa la escasez de vocaciones, en donde antes abundaban, llenaron el mundo de misioneros. Es un misterio y como tal se necesita una reflexión a fondo, o a tiempo parcial, no se ve otra explicación.

          El testimonio golpea mucho y lo hace siempre con contundencia, eso es bueno: “Estas personas ofrecen un testimonio fresco de las nuevas culturas, frente a culturas más envejecidas u organizadas en un sentido empresarial. Los conflictos de esos países nuevos o más jóvenes son distintos de los conflictos de los países más viejos y cerrados […], pero también puede pasar lo contrario, que se entusiasmen con ese estilo de vida, signo de los tiempos que señala mundanidad, que señala un nivel de desarrollo, que pone los valores en otro lado, un poco más estático o más pagano, si quieres, y que pierdan lo bueno que traen. Es un riesgo”.

        “Mi primer contacto fuerte con África, fue en Bangui, en República Centroafricana, en un momento de transición […]. Esa experiencia no la puedo olvidar. Allí abrí la puerta del Año Santo de la Misericordia, abrí el camino. África es original, África te sopapea (te enamora). Además, hay una cosa que debemos denunciar: hay un inconsciente colectivo que en italiano dice, que África sará sfruttata, que África es para explotarla. La historia así nos lo dice, con independencias a mitad de camino: les dan la independencia económica del suelo para arriba, pero se quedan con el subsuelo para explotarlo, vemos la explotación de otros países que se llevan sus recursos. Incluso la idea del africano como persona a explotar, todo el imaginario colectivo de los esclavos negros que iban a América Latina. Esa idea de que África existe para ser explotada es lo más injusto que hay, pero está en el inconsciente colectivo de mucha gente, y hay que cambiarla. Además, en segundo lugar, hay que hacerse cargo de la riqueza mineral que tiene África, no solo de riqueza mineral, sino intelectual […]”.

                              Poco a poco, paso a paso, nos acercamos al final de la entrevista, cuando estuvo en Madagascar citó el evangelio de Lucas (Lc 10, 21-22): Te doy gracias Padre, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. ¿Qué riquezas del continente no vemos?

                              “Solo vemos la riqueza material, por eso solo se la ha buscado históricamente para explotarla. Hoy día vemos que muchas potencias mundiales van a saquear, eso es verdad, y no ven la inteligencia, la grandeza, el arte de los pueblos. Hay que ir a los pueblos, no a las ideas”.

                              No podemos silenciar la explotación, la explotación de los chicos, de las mujeres.

       “Es un crimen. Y esos países que tienen un índice demográfico por el suelo, que tienen necesidad de gente, que tienen pueblos vacíos y no saben gestionar la inserción de migrantes. El migrante tiene que ser recibido, acompañado, promovido e integrado. Si no se integra, es malo. Leí sobre África un librito en español, Hermanito de Ibrahima Balde y Amets Arzallus Antia, de un chico que va a buscar a su hermano y llega a España. Lo que tuvo que sufrir para llegar ahí, los campos de concentración del duro norte de África, toda una industria donde la carne humana… Es duro lo que pasa. Una jefa de gobierno dijo una vez que el problema de las migraciones hay que resolverlo en África, ayudando a África, ayudando a África a que sea cada vez más señora de sí misma. Y es verdad. Pero lo que hay es que África está para saquearla”.

                              La voz del Pontífice debe ser escuchada en todo el mundo, consecuentemente en debate humanitario y nunca, nunca, sea llevado políticamente. Nuestra conciencia sea juzgada por hacer el bien entre miles y miles de mujeres y hombres, sean de la raza que sea, al borde de la desesperación y la búsqueda de una vida mejor en labor cotidiana de sustento económico, social, cultural, integración y de igualdad, sobre todo de igualdad.

      Tener en cuenta, escribiendo en un párrafo aparte lo siguiente, es importante subrayar que hay una injusticia europea, muy grande, en aquellos países, que están en el área de recibir migraciones. Estos países tienen que hacer frente a todo y están en la disyuntiva de mandarlos de vuelta a casa, para que los reenviados sean un problema grave.

                              Creo que Dios escribe en renglones torcidos durante las difíciles circunstancias adversas, dictadas en toda la historia y que sucedan hoy, mañana y en el pasado hayan sido una sombra imborrable, da tristeza de comentar y ser transmisores de tales desaguisados de la humanidad y en un continente determinado, África negra, te abre las puertas a las cosas grandes y servicios a los demás.

                              Enfrentarse a numerosos peligros, venciendo la extrema pobreza, el racismo y la xenofobia… para convertirse en una referencia y de toda África.

                              Doy el broche final, dejando un espacio en blanco en la mente de todos, para que hagan una autocrítica y para deciros, con gran satisfacción, que no olvidemos que la acogida es signo de la presencia de Dios.

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